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miércoles, 25 de octubre de 2017

Reflexiones sobre el Consejo de Estado






            Hoy he tenido el placer de comer, en el Club Financiero Génova, en la Plaza de Colón de Madrid, con el presidente del Consejo de Estado,  José Manuel Romay Beccaría. Ha sido un grupo selecto de personas invitadas por la Fundación Independiente que preside Aldo  Olcese, quien al comienzo habló de la importancia de la fundación en su 30 aniversario, al margen de cualquier opción ideológica en general y sin patrocinadores, pues todos y cada uno se abona su propia comida.


            Presentó al invitado, sentando a su izquierda al embajador de la República Dominicana, recién llegado a Madrid, Olivo Rodríguez Huertas, quien llevaba en su solapa, una insignia con las dos banderas. Romay Beccaría ha sido prácticamente de todo en la política Tras pasar por la Administración Local como vicepresidente de la Xunta de Galicia y presidente de la Diputación de La Coruña. Ha sido parlamentario en Galicia y en las Cortes Generales, así como senador por Galicia. También estuvo en el poder ejecutivo como secretario general de Sanidad y posteriormente como ministro de Sanidad y Consumo. También es académico de número de la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación.



            Tras el almuerzo, el invitado explicó la importancia del Consejo de Estado, una de sus características es que los miembros son vitalicios, sus consejos son solicitados por el Gobierno, aunque sus informes no son vinculantes.


            Los contertulios querían saber la importancia del Consejo de estado en los temas políticos actuales. Hubo un buen entendimiento entre las partes para no poner en un compromiso al conferenciante, pero un servidor se atrevió a hacer una pregunta de hombre de pueblo: “¿A dónde va España en estos momentos?”. Romay Beccaría contestó que el Gobierno ha sabido reconducir la difícil situación política m aplicando la Constitución y su artículo 155, porque nadie absolutamente nadie puede estar al margen de la ley. 




Hubo dos intervenciones más, la de un catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense, quien habló de la importancia de un posible cambio del texto de la Primera Ley de España  y la de un contertulio que comento que es difícil la situación sobre todo cuando se llevan tantas décadas enseñando a los escolares ideas contrarias a la unidad de la nación. Pese a todo, los asistentes quedaron esperanzados en que España sepa solventar, de la mejor manera posible, sus problemas de tensiones entre Cataluña y el resto de la nación.



Se anunció que el próximo contertulio será Carlos Espinosa de los Montero, presidente de “Marca España”.

sábado, 14 de octubre de 2017

Contra The Economist






            Siempre he considerado a “The Economist” una  revista seria con excelentes análisis que apenas son contestados por la opinión pública mundial, pero en algo que nos afecta como es la declaración de independencia de la región española de Cataluña, no ha estado nada fina.


            Apoya sin reserva la postura independentista considerando que  tienen valor todos los argumentos del Gobierno regional y del parlamento de Cataluña: Que si ha habido 900 heridos en la revuelta del día del falso e ilegal referéndum, sin que se contraste estas cifras como corresponde a un periodismo serio y obje4tivo; que si las fuerzas de policía nacional “atropelló y cargó” contra pobres ancianas que tenían el derecho de votar, que hay que dar más dinero a Cataluña, otorgándole  la posibilidad de una independencia.


            Es incomprensible para mí, como periodista, que al hacer un análisis de la situación en Cataluña diera solo por bueno todo lo que dicen los independentistas y no contraste la información para estar más cerca de la objetividad.


            Una crítica, como ciudadano, al Gobierno español. ¿Qué ha hecho el Gobierno, a través de las embajadas, que no aclara la situación a los medios informativos que son decisores a la hora de crear opinión en los ciudadanos de las sociedades occidentales?