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lunes, 29 de octubre de 2012

Un comida con boina


 

         Desde hace años, uno pertenece a un singular club en Madrid, Amigos de la Boina, en el que cabemos todos que quieran aportar su amistad a los demás. Tuve la suerte de que me impusieran la boina la misma noche en la terna que lo hacían al embajador de Estados Unidos y al torero El Juli. Hay numerosos boineros de lo más singular de la actual sociedad española: Me vienen a la memoria el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela; el ciclista Federico Martín Bahamontes, o el cantautor y político José Antonio Labordeta.

 

         Pues bien hoy ha habido otro encuentro de  boineros en el restaurante gallego Espazo Enxebre Moaña, cercano a la Puerta del Sol. Allí nos hemos encontrado varios amigos entre ellos mi profesor de periodismo, el extremeño y cronista de Madrid, Enrique de Aguinaga; el también extremeño y director de la Sección de Fotografía de la Agencia EFE, Diego Caballo; Manuel Hernández de León, también de EFE y al que conocí en mi etapa mallorquina, un fotógrafo que hizo un papel en la historia de España, el 23 EFE retratando a Tejero y su asalto al Congreso.

 

         Sentado a mi lado, Manolo Royo, un profesional del humor que estos días presenta, de jueves a domingo, su último trabajo en el Teatro Arenal, en la calle Mayor de Madrid. Viene de representarlo en su tierra con motivo de las Fiestas del Pilar, con llenos diarios. La representación se titula “Destornillante”, donde realiza un soliloquio a base de reflexiones en voz alta y a solas con el público; eso es lo que dice Alfredo Amestoy, el anterior presidente de la Boina.

 

         Manolo está con la crisis y ha puesto un precio muy económico para ir a verle en su nuevo espectáculo. Más información en www.manolo-royo.com . Yo no he ido a su espectáculo aún, pero prometo acudir y contarlo después. ¡Seguro que me lo pasaré muy bien!

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