¿Qué tienen que ver ambos países que trata del viaje de la vida?. Esta misma tarde he tenido la gran suerte de asistir a sendos actos programados por ambos, en lugares distintos de Madrid, pero no tan distantes.
Taiwán celebra el 10 de octubre su fiesta nacional y conmemoró su 96 aniversario en el salón Cervantes del Hotel Meliá Madrid. Allí se dieron citas viejos amigos y alguna autoridad extranjera, como el vicepresidente de Guatemala, Eduardo Stein.
Cuba concluía en el restaurante Floridita de la calle de Diego de León, la enorme gira de 4.200 kilómetros por Portugal y España promocionando turística mente la isla, bajo el lema de "Viva Cuba". Allí saludé a su embajador y al director del turismo de Cuba en España, mi buen amigo Antonio Esquivel.
No conozco Taiwán, pero sí mi hijo mayor, que se quedó prendado de sus paisajes y de la Torre 101, el edificio más alto del mundo, así como de su gente.
Yo puedo decir que conozco algo Cuba y un verdadero placer tratar con los cubanos, su alegría, su extroversión, su candor hace que uno desee volver allí, sin olvidar la hermandad que existen entre uno y otro pueblo, con una cultura única, con ciudades coloniales, con una cocina singular.
http://www.cuba.cu/
La verdad es que ambas naciones, tan distintas, pero no tan distantes, tienen gentes encantadoras, que saben apreciar la hermandad de los pueblos. Con ese valor, el mayor de los valores, me quedo.
Paco: muchas gracias, por lo que nos toca.
ResponderEliminarY enhorabuena por el blog. Te lo enlazaré con el mío.