Xauen, 15 de junio de 2008.
La jornada prometía. Fue una mañana cálida y un largo viaje hacia las montañas del Rif esperaban al viajero. Había que recorrer más de 120 kilómetros hasta la zona más hispana del Marruecos actual, lugar donde se aposentaron los andalusíes al salir de España y donde varios cientos de años mas tarde los españoles volvimos para hacernos cargo de una parte del Protectorado y hacer la guerra a Abdelkrim. Estoy hablando de Chefchaouen o Xauen, como esta escrito en palabras traducidas al castellano.
El viaje fue largo y pesado, pero se compensó con los interesantes paisajes que nos mostraba el hermoso dia. Era la fecha de la siega y los campos cargados de mieses esperaban a la cosechadora o a la hoz del segador, pues todavía pude ver a personas segando a mano y a mujeres espigando tras ellos. Una tierra rica, pero dura, que forma parte del Parque Natural de Talassemtane.
Hoy en Xauen muchas personas siguen hablando la lengua española, incluso existe un colegio de enseñanza del español del Instituto Cervantes. Tras llegar a la única gran plaza de la medina nos llevaron por intricadas calles azulonas a visitar a Alí Raisuni, un hombre de paz, culto, de agradable conversación en castellano e historiador e investigador del Legado Andalusí y de las ciencias islámicas y humanas. Su filosofia es clara: Todos cabemos en este mundo, que esta empozoñado por dos grandes males: La vanidad de los políticos y las enormes ganas de riqueza.
Tras una agradable conversación a la sombra del patio de su casa abierta para cursos de nuevos musulmanes o convertidos a la religión del profeta Mahoma, Raisuni, expuso su doctrina, a los que quisieron escucharle, y a verdad que por atención, educación o ganas de conocer su pensamiento, estuvo hablando durante más de una hora. Hoy los intelectuales de la sociedad civil preparan a Marruecos para que sea la puerta de África a Europa y a la pregunta de porque Marruecos no es conocido en España dijo que todavía hay mucha ignorancia de lo que es este país, de sus adelantos económicos y sociales y que ambos se están logrando bajo el mandato del actual rey Mohamed VI, con mucha más libertad de pensamiento y de acción de la propia sociedad que en tiempos de Hassan II.
Como hombre intelectual y hospitalario, nos invitó a visitar su casa, su enorme biblioteca y desde la alta terraza a preciar los monumentos cercanos, como la alcazaba y la mezquita con minarete octogonal, que para algunos esta inspirado en la Torre del Oro de Sevilla. Hacia el este se pudo apreciar sobre un altozano la mezquita que mando construir el coronel Fernando Capaz, para que los musulmanes de las kabilas lejanas pudieran llegar y hacer sus rezos.
Una visita por la ciudad, el almuerzo en el hotel panorámico del Hotel Atlas y el reencontrarse con el Hotel Parador, lo que fuera el parador de turismo de Xauen, ocupó el resto de la jornada, ya vencida por el sol. Dos horas más tarde se llegaba a Tánger, al hotel supermoderno Moven Pick. El viaje a Marruecos estaba a punto de concluir.
La jornada prometía. Fue una mañana cálida y un largo viaje hacia las montañas del Rif esperaban al viajero. Había que recorrer más de 120 kilómetros hasta la zona más hispana del Marruecos actual, lugar donde se aposentaron los andalusíes al salir de España y donde varios cientos de años mas tarde los españoles volvimos para hacernos cargo de una parte del Protectorado y hacer la guerra a Abdelkrim. Estoy hablando de Chefchaouen o Xauen, como esta escrito en palabras traducidas al castellano.
El viaje fue largo y pesado, pero se compensó con los interesantes paisajes que nos mostraba el hermoso dia. Era la fecha de la siega y los campos cargados de mieses esperaban a la cosechadora o a la hoz del segador, pues todavía pude ver a personas segando a mano y a mujeres espigando tras ellos. Una tierra rica, pero dura, que forma parte del Parque Natural de Talassemtane.
Hoy en Xauen muchas personas siguen hablando la lengua española, incluso existe un colegio de enseñanza del español del Instituto Cervantes. Tras llegar a la única gran plaza de la medina nos llevaron por intricadas calles azulonas a visitar a Alí Raisuni, un hombre de paz, culto, de agradable conversación en castellano e historiador e investigador del Legado Andalusí y de las ciencias islámicas y humanas. Su filosofia es clara: Todos cabemos en este mundo, que esta empozoñado por dos grandes males: La vanidad de los políticos y las enormes ganas de riqueza.
Tras una agradable conversación a la sombra del patio de su casa abierta para cursos de nuevos musulmanes o convertidos a la religión del profeta Mahoma, Raisuni, expuso su doctrina, a los que quisieron escucharle, y a verdad que por atención, educación o ganas de conocer su pensamiento, estuvo hablando durante más de una hora. Hoy los intelectuales de la sociedad civil preparan a Marruecos para que sea la puerta de África a Europa y a la pregunta de porque Marruecos no es conocido en España dijo que todavía hay mucha ignorancia de lo que es este país, de sus adelantos económicos y sociales y que ambos se están logrando bajo el mandato del actual rey Mohamed VI, con mucha más libertad de pensamiento y de acción de la propia sociedad que en tiempos de Hassan II.
Como hombre intelectual y hospitalario, nos invitó a visitar su casa, su enorme biblioteca y desde la alta terraza a preciar los monumentos cercanos, como la alcazaba y la mezquita con minarete octogonal, que para algunos esta inspirado en la Torre del Oro de Sevilla. Hacia el este se pudo apreciar sobre un altozano la mezquita que mando construir el coronel Fernando Capaz, para que los musulmanes de las kabilas lejanas pudieran llegar y hacer sus rezos.
Una visita por la ciudad, el almuerzo en el hotel panorámico del Hotel Atlas y el reencontrarse con el Hotel Parador, lo que fuera el parador de turismo de Xauen, ocupó el resto de la jornada, ya vencida por el sol. Dos horas más tarde se llegaba a Tánger, al hotel supermoderno Moven Pick. El viaje a Marruecos estaba a punto de concluir.
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