Luna de Poniente, nueva colección de poesía

Esta mañana se acaba de presentar en Madrid “Luz de Poniente”, nueva colección de poesía extremeña que constará de, al menos, de 27 libros, uno por autor y por cada letra del abecedario. La colección está publicada por la editorial “De la luna libros” www.editorial-delalunalibros.com, que dirige Marino González Montero, natural del pueblo cacereño de Almaraz y con preciosos retratos de los poetas y sus manos del fotógrafo y artista Pedro Gato.

Precisamente esta colección cuenta con la colaboración de este ayuntamiento y el apoyo de su alcaldesa Sabina Hernández., quien en su intervención dijo que si hoy hay una crisis económica, pero no hay una crisis de ideas ni de las buenas letras.

Marino González quiso que la colección se presente en su pueblo y que son tantos y tantos los poetas actuales de Extremadura que muy probablemente se acaben las 27 letras mayúsculas y haya que continuarla con las 27 letras minúsculas.

El director de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, el periodista José Miguel Santiago Castelo habló de esos locos divinos que son los poetas. Cuando él era joven y comenzaba en Extremadura sólo había tres grandes vates. Manuel Pacheco, Jesús Delgado Valhondo y Jesús Lencero. Hoy ese corto número ha aumentado y los poetas extremeños obtienen los mejores premios de la poesía castellana. Concluyó las intervenciones Rosa Lencero, responsable del Plan de Fomento de Lectura de Extremadura, quien sustituyó, por problemas de agenda a la consejera de Cultura, Trinidad Nogales, y con la que traté de los Voluntarios Culturales Mayores, un tema que nos apasiona a los dos y del que hablaremos.

Es curioso, pero Extremadura, tan pobre en algunas cosas materiales, y tan rica en las artes y las letras. ¡Bendita tierra extremeña!

Allí en el hotel Santos Agumar, cerca de la estación de Atocha, en Madrid, el primer poeta de la colección Jesús García Calderón, actual Fiscal Superior de Andalucía, y extremeño de Badajoz habló de la honestidad y la belleza moral de los poetas de la tierra. Para concluir, lo mejor que puede hacérsela un poeta es que se lean sus versos y aquí Jesús leyó “El extraño”, dedicado al hijo que se marchó de casa, siendo casi un niño:

Sentí que algo faltaba al entrar en su alcoba.

Sin embargo, todo estaba en su sitio.

Las pequeñas riquezas

que solo identifica el que las hizo

riquezas, valiosos

objetos de la infancia que seguía

prendida débilmente de aquel cuarto.

Todo estaba en su sitio y me miraba

Con un tenso silencio de preguntas.

Hasta una breve nota se perdía

trabada con un peso en la mesilla.

Ahora sé que algún tiempo

no quise adivinarlo y recorría

los pasillos de casa más deprisa.

Lo supe cuando entré- Ya te habías ido.

Por eso lo dejaste todo en orden.

Por eso parecían

tus cosas convertidas en recuerdos.

Si volvieras ahora

seguro que serías un extraño

Y mientras estoy en la presentación de esta colección de los vates extremeños de ahora me viene a la memoria dos encuentros importantes que tuve en mi vida de periodista en Mallorca. Una mañana de paseo, café y entrevista con Rafael Alberti, de quien dispongo en mi casa una hojita de agradecimiento porque le gustó lo que le hice y otra una singular exclusiva poética, al leerme por teléfono un poema inédito desde París la viuda del Premio Nobel Miguel Ángel Asturias y la que al día siguiente saludé en Palma.

Son recuerdos para no olvidar.