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viernes, 12 de enero de 2018

Taiwán abre su corazón al turista español





Ayer coincidí con el embajador de Taiwán en España, Simón Shen Yeaw Ko,  y estuvimos hablando de su lindo país, que tengo el gusto de conocer tras un viaje realizado en agosto de hace dos años, un país exótico y lejano de España, pero con vínculos históricos en el siglo XVI.




Taiwán llega a la Feria Internacional de Turismo de Madrid FITUR 2018 (del 17 al 21 de enero) ofreciéndose al turista español un año más como “el corazón de Asia” y tratando de cautivarle con atractivos como su belleza natural, su riqueza gastronómica y sus tesoros culturales, así como con la hospitalidad de sus gentes y con un pasado histórico que le une de manera especial y sorprendente, a pesar de la lejanía geográfica, con España.



“El corazón de Asia” vuelve a ser el lema elegido por Taiwán para promocionar su oferta turística en FITUR, un concepto que trata de reflejar no solo la amabilidad, la hospitalidad y el cariño con los que Taiwán ofrece al mundo sus atractivos, sino también su carácter dinámico e innovador que le hacen ser destino líder en turismo de negocios.



En el stand de Taiwán en FITUR 2018 (6C23) estarán presentes  como coexpositores la principal línea aérea de Taiwán, China Airlines, y la agencia de viajes Viajes Gran China. Durante los cinco días de duración de la feria se ofrecerán actividades dirigidas al sector de turismo y al público asistente, como demostraciones de caligrafía y degustación de productos locales.




Desde el año 2016, y gracias a un acuerdo entre la aerolínea taiwanesa China Airlines y Air Europa, el viajero español puede optar para viajar a Taiwán por un mecanismo de código compartido que permite la utilización de billete único y facturación única con cambio de vuelo vía Amsterdam o Frankfurt.



Como consecuencia del creciente interés de Taiwán por promover el turismo procedente de Europa, de enero a noviembre de 2017 un total de 304.471 ciudadanos europeos viajaron a la isla asiática, de los cuales 10.557 fueron españoles. Pero es que Taiwán quiere también dar a conocer de manera especial al turista español los vínculos que unen a dos países geográficamente tan alejados, pero con un sorprendente y desconocido pasado histórico que los une.


ESPAÑA EN TAIWÁN


Los marineros portugueses fueron quienes dieron a Taiwán el nombre de “Formosa” o “isla hermosa” en el siglo XVI, pero fueron holandeses y españoles quienes se establecieron allí durante el siglo XVII. De la presencia de estos últimos queda testimonio en monumentos y nombres geográficos del norte de Taiwán, como los fuertes de San Salvador y Santo Domingo, así como el cabo llamado Sandiajiao, transliteración al chino de “Cabo Santiago”.



Además, recientes excavaciones arqueológicas han permitido el descubrimiento de importantes asentamientos españoles - una iglesia y un cementerio - que hacen pensar a los investigadores que la presencia española en Taiwán tuvo carácter permanente y que dejó fuerte huella, sobre todo en lo que respecta a la labor evangelizadora de la orden religiosa de los Dominicos.





Ya no solo para los españoles, sino para todo turista que llegue a la isla, sus peculiaridades y características la convierten un destino turístico tentador para el viajero. Sin duda, la abundancia y gran variedad gastronómica es uno de los puntos fuertes de Taiwán, que presume del cada vez más creciente atractivo que suponen sus numerosos mercados nocturnos (uno de ellos en la foto), que en los últimos años se han convertido, según las encuestas, en el destino favorito para los turistas extranjeros que visitan la isla.





Gracias a su esmerado cuidado por el medio ambiente y a sus recursos naturales, Taiwán destaca por la riqueza y variedad de sus aguas termales, al mismo tiempo que proporciona una gran oferta de actividades para el equilibrio de la mente, el cuerpo y el alma, tales como el tai-chi, la meditación, el yoga o los tratamientos en spa. Un añadido más es la posibilidad de practicar deportes respetuosos con el entorno, y son cada vez más apreciadas las rutas ciclistas que recorren los rincones más bellos y espectaculares de la isla.





La naturaleza de Taiwán posee como características más definitorias la abundancia de terrenos montañosos, con 272 picos que superan los 3.000 metros por encima del nivel del mar, una fauna y una flora únicas en el mundo y la existencia de espectaculares accidentes geográficos que hacen que la isla pueda presumir de contar nada menos que con ocho parques nacionales y de haber sido considerada como meca de los alpinistas.



Pensando en otro tipo de viajero, Taiwán es conocido en muchos lugares del mundo por ser un auténtico paraíso para las compras. En sus tiendas y mercados se pueden encontrar desde productos de lujo y la moda más reciente hasta artículos que combinan diseños locales y elementos tradicionales, productos culturales y creativos y, por supuesto, aparatos electrónicos de todo tipo, precio y aplicación.



Pese a toda esta vorágine comercial, en Taiwán siempre queda también tiempo para el romanticismo. Su majestuoso Lago del Sol y la Luna, situado en el centro de la isla, es el destino por excelencia para parejas de enamorados. Una oferta que se complementa con espectaculares amaneceres, puestas de sol y visas nocturnas repartidas por todo Taiwán y una red de ferrocarriles que ofrece románticos y encantadores viajes en tren a través de maravillosas montañas e idílicos campos.





La diversidad cultural de Taiwán ha sido siempre y sigue siendo hoy otro de sus principales atractivos, y otorga un sabor único y diverso a la mayor parte de sus ciudades, repletas de templos, antiguos distritos comerciales y escenarios artísticos de gran vitalidad y dinamismo. De entre sus atractivos sobresale el Museo Nacional del Palacio en Taipei, calificado como la mayor y mejor colección de artes milenarias chinas del mundo y el edificio Taipéi 101, que durante varios años fue el más alto del mundo, con sus 508 metros de altura (en la foto), además de un excitante calendario cultural que recoge todo tipo de festividades, desde las típicas celebraciones del Año Nuevo Lunar hasta los genuinos festivales tradicionales de las tribus aborígenes o rituales religiosos.


A la muy popular festividad del año nuevo, que este año da la bienvenida al perro como animal de zodiaco que rige los destinos de las personas, le sigue el llamativo y espectacular Festival de los Faroles, otro de los eventos que más turistas atraen a Taiwán durante el año.  



Con datos que sitúan al país como 17º socio comercial mundial, 15º en el ranking de competitividad mundial, 11º en el índice de libertad económica, 5º país mundo en reservas de divisas y número uno en el índice mundial de datos abiertos, Taiwán se ha convertido, con su continuo desarrollo y prosperidad económica, política y social, en uno de los destinos más apreciados por el turismo de negocios y en puerta de entrada para el mercado asiático.   

   

Para más información, se puede visitar la página web de la Oficina de Turismo: http://www.taiwan.net.tw/

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