He sido invitado por Carolina Peguero
Fernández, ministra consejera de Asuntos Económicos y Comerciales de la Embajada
de la República Dominicana a participar en la inauguración del I Salón
Internacional del Chocolate, que promueve este país, así como el Ayuntamiento
de Madrid, además de numerosas casas comerciales, que muestran sus exquisitos
productos en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, durante los días
14,15 y 16 de este mes.
Durante la inauguración oficial hizo
una interesante intervención un responsable de República Dominicana hablando
del cacao. Me quedé con algunos datos: Es el primer productor mundial del cacao
y en los últimos años, la Mesa del Chocolate de Londres eligió durante los tres
últimos años el mejor chocolate del mundo. El cacao supone para Dominicana un reconocimiento
de Marca País, un saber hacer las cosas bien, (el “know how”) y las
inversiones, llamando a los inversores españoles para trabajar en su país en
este campo de la agricultura y no sólo en el del turismo.
Al final, hubo un cóctel y productos
típicos del país. Saludé al embajador de este país hermano, Olivo Rodríguez
Huertas, al que conocí un día en el Centro Financiero Génova y tenemos
pendiente una charla en la Embajada sobre Nicolás de Ovando, mi paisano de la
villa cacereña de Las Brozas, y primer gobernador en la isla de la Hispaniola
(República Dominicana y Haití) desde 1502 a 1509. Conocí República Dominicana
en 1990 y aunque he ido más de veinte veces al continente americano, no he
vuelto a pisar esta tierra. El otro embajador fue Norman García Paz, de
Honduras, quien me preguntó mi impresión tras mi reciente visita a su país como
ponente del XIV Congreso Internacional de Turismo Religioso. Por decirlo en una
sola palabra: Impresionante. El señor García Paz fue ministro de Turismo en su
país y sobre este tema hemos quedado en hablar posteriormente.
Tras el acto oficial, recorrí el salón
y me acerqué a la presentación del libro “Historia del chocolate” a cargo de la
alcaldesa de la ciudad, de Manuel de Cendra y Aparicio, propietario de los chocolates
Matías López, del que ya hablé hace unos días tras la cata de estos chocolates de
su marca y de Colonial, la más antigua de España, con 150 años de existencia, y
el champán en el famoso e histórico restaurante Lhardy. El historiador
venezolano, Nikita Harvich, es el autor de este libro y es el mayor estudio
sobre este alimento, toda una enciclopedia sobre el cacao y el chocolate. Los
tres fueron presentados por la periodista venezolana, especializada en temas
alimentarios Helene López.
Durante años, el Salón Internacional del Chocolate de París ha
recibido 1.300.000 personas y ahora desea mucho éxito al Salón que se acaba de
abrir en Madrid, pues el chocolate es un elemento dinámicos y la primera
globalización de la historia, al nacer en América, en la cuenca del Orinoco; comercializarse por España y divulgarse en las
cortes europeas que usaron nuevas tecnologías
para trabajarlo y usarlo al gusto de los ciudadanos del Viejo Continente, con pastillas,
tabletas y bombones. Claro que el chocolate se puso de moda en Francia por una reina española, Ana de Austria, esposa del rey borbón Luis XIII .
Ahora se produce en otras partes del
mundo, en esa franja ecuatorial del planeta, como en Indonesia, Vietnam y Papúa
Nueva Guinea. La cultura del chocolate la promueven menos de media grandes
empresas del mundo, tales como Nestlé.
En España el primer chocolate se hizo
en el Monasterio de Piedra, en Aragón y después tuvo mucho desarrollo por la
zona cantábrica y posteriormente en el siglo XIX en Cataluña, siendo España el
primer país consumidor hasta este siglo, siendo superado por otros durante el
XX y España lo vuelve a redescubrir ahora con este magno Salón Internacional
del Chocolate.
Más
información en : http://saloninternacionaldelchocolatedemadrid.com/
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