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domingo, 3 de mayo de 2015

Paseo por el embalse de La Jarosa


  
 
            Durante el puente del Primero de Mayo, los madrileños tienen muchas opciones. Este cronista ha elegido una que recuerda sus tiempos juveniles cuando iba a la Sierra de Guadarrama  a hacer senderismo,  incluso  pisando nieve en pleno invierno. Ayer mismo estuve paseando por el pueblo de Guadarrama, una  población de 15.000 habitantes, que en verano alcanza las 60.000 almas. Posteriormente me trasladé a conocer el embalse de la Jarosa y posteriormente tomé un café en la plaza mayor de Los Molinos antes de regresar a Madrid. Sin duda ha sido un día muy montañero.
 

            La villa la fundó en 1268 Alfonso X el Sabio. Hoy su población  ha crecido tanto que alcanza los actuales 15.000 habitantes. La Plaza del Ayuntamiento tiene una preciosa olma (“ulmus minor”)  que está declarada como árbol singular y protegida, de 125 años y un porte de 21 metros de altura. Bien merece la pena una visita. Cerquita de allí está la panadería – pastelería “Caballero”, donde se elaboran un buen pan y exquisitas madalenas, además de unos ricos bollos de leche.



            Y de aquí a ver uno de los atractivos más singulares del pueblo: El embalse de la Jarosa, mandado construir por Franco en 1968 y que da a agua a todos los pueblos de la zona-está prohibido bañarse y la pesca ha de hacerse con licencia y después soltar la presa. Tiene dos merenderos, que suelen cobrar bastante por sus sencillas comidas. El más sencillo, Nuestra Señora de Fátima, quizá sea más recomendable porque sus vistas sobre el lago artificial son espléndidas; se halla cerca de la ermita de Nuestra Señora de la Jarosa,  Para ir otro hay que andar  un poquito hacia el oeste, rodeando el embalse.  Muy cerca de allí,  en el valle siguiente, hacia el sur, se halla la Cruz de los Caídos, tumba del General Franco, en el Valle de Cuelgamuros.
 
 
            Y tras pasar unas horas en estos lugares deliciosos, donde la naturaleza llena el alma y sosiega el espíritu, nos trasladamos a Los Molinos, otro pueblo montañero, simplemente para pasear por sus calles pegadas al río y disfrutar de un café en la plaza. ¿Hay algo mejor que un rato en compañía de personas amigas y queridas?

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