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domingo, 2 de septiembre de 2018

Comayagua, la ciudad más antigua de Honduras



            Conocer Comayagua para un español es rememorar un pueblo español. A mí me recuerda algunas calles de Villanueva de la Serena, con esas ventanas con rejas grandes que llegan casi hasta el suelo. Villanueva de la Serena fue patria chica de Pedro de Valdivia, conquistador de Chile y Comayagua fue fundada el 8 de diciembre de 1537 por el soldado de Alcántara Alonso de Cáceres, (en la foto) el cual debería tener una estatua en un lugar señalado de esta ciudad colonial hondureña. El nombre que le puso fue Nueva Valladolid de Comayagua.


            Más de tres siglos de la vida española se pueden ver en el casco histórico de la ciudad, muy bien restaurado por los ciudadanos y por el Ayuntamiento que han tomado conciencia de la importancia de esta singularidad urbanística, sin parangón en todo Honduras. Yo sugerí a alcalde de la ciudad, Carlos Miranda, en la cena que ofrecía la corporación municipal en el Ayuntamiento a los participantes en el XIV Congreso Internacional de Turismo Religioso y Sustentable que cuidaran y enterraran los cables de la electricidad y del teléfono de las preciosas fachadas coloniales, Comayagua podría aspirar, con su bello entorno a ser Patrimonio de la Humanidad. Al mismo tiempo entregaba una carta del alcalde de Alcántara, Mario Muñoz, y varios presentes, entre ellos un cartel con el famosísimo puente romano de Alcántara, construido hace unos 2.000 años y aun en uso, pero esperemos que por poco tiempo, pues ya hay un proyecto para sustituirlo. El alcalde comayagüense me respondió, en presencia de unas 100 personas, que desea hermanarse con Alcántara, el pueblo donde nació el fundador de la ciudad.



            Fue mi anfitrión y guía en Comayagua, Tirso Zapata, quizá el mejor conocedor de la ciudad, no en balde sus padres supieron transmitirle el valor de la historia comayagüense. Pero qué tiene de particular esta población. Comayagua, situada en el centro del país, en la autopista que une Tegucigalpa (capital de la nación) con San Pedro de Sula (capital económica de Honduras) significa en lengua lenca “páramo de agua”.



            Tiene esta ciudad una singularidad propia. En la bellísima catedral de la Concepción, con tres preciosos retablos barrocos, bañados en oro, y con columnas salomónicas, que fueron detalladísimamente y aburridamente explicados por el obispo de la diócesis, el maltés (sí, natural de Malta), don Roberto Camilleri Azzopardi, obispo que es desde el año 2004. Por lo que sé, se implicó mucho en el congreso, tanto que mandó limpiar los tres preciosos retablos barrocos y pintar la fachada del templo. Todos esperábamos un bellísimo “videomapping”; es decir, tanto que mandó limpiar los tres preciosos unas proyecciones con sonido, imágenes y fuegos artificiales  en la fachada de la catedral. Gustó tanto a los miles de personas que la organización decidió reponerlo inmediatamente. Mis felicitaciones.



            No quiero que se me olvide citar una singularidad de este edificio Allí, en la torre, tiene el reloj más antiguo de América, fechado en el año 1100, construido por los árabes en España y trasladado “como cosa vieja” a América. Hoy es una joya a cuidar. El número cuatro lo tiene en números romanos IIII. No en el clásico IV.





            Y qué más puede verse en Comayagua. Tirso Zapata me enseñó el urbanismo de las calles comayagüenses y me contó numerosos hechos históricos y anécdotas locales con incidencia nacional, pero sin duda alguna merece visitar algunas los numerosos templos coloniales que posee, entre ellos el más antiguo de todos, la iglesia de la Merced, levantada en 1550 por fray Gaspar de Quintanilla, con el nombre de iglesia de la Inmaculada Concepción. Su retablo fue construido por el carpintero Coronado Chávez, quien en 1845 fue elevado a ser presidente de la nación. Frente a frente la portada principal de la iglesia y no en el centro de la Plaza de la Merced se halla la Columna de la Constitución como homenaje a la Constitución española de 1812, cuyas Cortes presidió el cura extremeño Diego Muñoz Torrero, al que, en breve, en este mismo mes de septiembre, se le hará un homenaje en el Congreso de los Diputados de España. Sería interesante y creo que ya se está en ello en el de realizar una ruta turística de las iglesias coloniales de la ciudad de Comayagua. Hoy por hoy es uno de los atractivos turísticos de Comayagua que atraerá más y más visitantes, con lo que ello supone para la economía local en ingresos y en creación de puestos de trabajo.


Coronado Chávez no fue el único presidente singular de Honduras, El más honrado de todos fue el militar José Trinidad Francisco Cabañas Fiallos, que tras dejar la presidencia se convirtió en leñador y no quiso coger dinero alguno del Estado hondureño como paga de jubilación. Murió muy pobre. Nada que comparar con los políticos españoles, cuando hoy mismo (domingo, 2 de septiembre de 2018) en el diario ABC de Madrid se dice que políticos españoles del Partido Socialista, actualmente en el Gobierno de la nación, serán juzgados en breve por obtener unos 127 millones entre prejubilaciones falsas, subvenciones y ayudas, lo que la convierte según el artículo editorial de ABC “en la mayor causa abierta contra la corrupción de la historia de España”, como ha ocurrido en otros muchos países de América, incluida la propia Honduras. Cabañas fue tan honrado que El Salvador, la tierra de su esposa, Petronila Barrios, le puso su nombre a un departamento y en su estatua erigida en el Parque La Mercedes en Tegucigalpa, puede leerse: "Al heroico soldado de la Unión Centroamericana. Al guerrero modelo de constancia, de honradez y de valor. Al hombre que todo Honduras admira y seguirá admirando siempre".



Tirso y sus alumnos de Turismo me llevaron, posteriormente, a varios museos de la ciudad entre ellos el Museo de los Gobernantes, llamado General José Trinidad Cabañas, pues fue la casa donde vivió y murió este magnífico gobernante, y también al Museo de Comayagua, donde vimos la interesante cultura lenca, con objetos prehistóricos de 2.000 años antes de Cristo, o el bellísimo museo religioso, de preciosos cuadros y esculturas, situado en el recinto del Palacio Episcopal, que sufrió en 2009 un atroz incendio. Hay que decir que la Semana Santa de Comayagua es de las más bonitas de Centroamérica. Fue la madre de Tirso Zapata doña Miriam de Zapata, quien en 1963 elaboró con serrín teñido de colores una alfombra para celebrar la llegada del nuevo obispo frente a la catedral. Este año de 2018, la Semana Santa de Comayagua vio colocar 61 alfombras de 10 metros para que pasaran por encima de ellas los pasos de la Procesión del Silencio y el Vía Crucis del Viernes Santo Esto ha hecho que Comayagua sea considerada como la capital religiosa de todo el país. La temática de las alfombras de este año fue el de la protección de la flora y la fauna. Las alfombras fueron vistas por más de 60.000 turistas de Honduras y de los países vecinos.



Para saber más ver este enlace del periódico La Prensa.

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