Conocer Comayagua para un español es rememorar un pueblo
español. A mí me recuerda algunas calles de Villanueva de la Serena, con esas
ventanas con rejas grandes que llegan casi hasta el suelo. Villanueva de la
Serena fue patria chica de Pedro de Valdivia, conquistador de Chile y Comayagua
fue fundada el 8 de diciembre de 1537 por el soldado de Alcántara Alonso de
Cáceres, (en la foto) el cual debería tener una estatua en un lugar señalado de esta ciudad
colonial hondureña. El nombre que le puso fue Nueva Valladolid de Comayagua.
Más de tres siglos de la vida española se pueden ver en
el casco histórico de la ciudad, muy bien restaurado por los ciudadanos y por
el Ayuntamiento que han tomado conciencia de la importancia de esta
singularidad urbanística, sin parangón en todo Honduras. Yo sugerí a alcalde de
la ciudad, Carlos Miranda, en la cena que ofrecía la corporación municipal en
el Ayuntamiento a los participantes en el XIV Congreso Internacional de Turismo
Religioso y Sustentable que cuidaran y enterraran los cables de la electricidad
y del teléfono de las preciosas fachadas coloniales, Comayagua podría aspirar,
con su bello entorno a ser Patrimonio de la Humanidad. Al mismo tiempo
entregaba una carta del alcalde de Alcántara, Mario Muñoz, y varios presentes,
entre ellos un cartel con el famosísimo puente romano de Alcántara, construido
hace unos 2.000 años y aun en uso, pero esperemos que por poco tiempo, pues ya
hay un proyecto para sustituirlo. El alcalde comayagüense me respondió, en
presencia de unas 100 personas, que desea hermanarse con Alcántara, el pueblo
donde nació el fundador de la ciudad.
Fue mi anfitrión y guía en Comayagua, Tirso Zapata, quizá
el mejor conocedor de la ciudad, no en balde sus padres supieron transmitirle
el valor de la historia comayagüense. Pero qué tiene de particular esta
población. Comayagua, situada en el centro del país, en la autopista que une
Tegucigalpa (capital de la nación) con San Pedro de Sula (capital económica de
Honduras) significa en lengua lenca “páramo de agua”.
Tiene esta ciudad una singularidad propia. En la
bellísima catedral de la Concepción, con tres preciosos retablos barrocos,
bañados en oro, y con columnas salomónicas, que fueron detalladísimamente y
aburridamente explicados por el obispo de la diócesis, el maltés (sí, natural
de Malta), don Roberto Camilleri Azzopardi, obispo que es desde el año 2004. Por lo que sé, se implicó mucho en el congreso, tanto que mandó limpiar los tres preciosos retablos barrocos y pintar la fachada del templo. Todos esperábamos un bellísimo “videomapping”; es
decir, tanto que mandó limpiar los tres preciosos unas proyecciones con sonido, imágenes y fuegos artificiales en la
fachada de la catedral. Gustó tanto a los miles de personas que la organización
decidió reponerlo inmediatamente. Mis felicitaciones.
No quiero que se me olvide citar una singularidad de este
edificio Allí, en la torre, tiene el reloj más antiguo de América, fechado en
el año 1100, construido por los árabes en España y trasladado “como cosa vieja”
a América. Hoy es una joya a cuidar. El número cuatro lo tiene en números
romanos IIII. No en el clásico IV.
Coronado
Chávez no fue el único presidente singular de Honduras, El más honrado de todos
fue el militar José Trinidad Francisco Cabañas Fiallos, que tras dejar la
presidencia se convirtió en leñador y no quiso coger dinero alguno del Estado
hondureño como paga de jubilación. Murió muy pobre. Nada que comparar con los
políticos españoles, cuando hoy mismo (domingo, 2 de septiembre de 2018) en el
diario ABC de Madrid se dice que políticos españoles del Partido Socialista,
actualmente en el Gobierno de la nación, serán juzgados en breve por obtener
unos 127 millones entre prejubilaciones falsas, subvenciones y ayudas, lo que
la convierte según el artículo editorial de ABC “en la mayor causa abierta contra la corrupción de la historia de
España”, como ha ocurrido en otros muchos países de América, incluida la
propia Honduras. Cabañas fue tan honrado que El Salvador, la tierra de su
esposa, Petronila Barrios, le puso su nombre a un departamento y en su estatua erigida en el Parque La Mercedes en
Tegucigalpa, puede leerse: "Al
heroico soldado de la Unión Centroamericana. Al guerrero modelo de constancia,
de honradez y de valor. Al hombre que todo Honduras admira y seguirá admirando
siempre".
Tirso
y sus alumnos de Turismo me llevaron, posteriormente, a varios museos de la
ciudad entre ellos el Museo de los Gobernantes, llamado General José Trinidad
Cabañas, pues fue la casa donde vivió y murió este magnífico gobernante, y
también al Museo de Comayagua, donde vimos la interesante cultura lenca, con
objetos prehistóricos de 2.000 años antes de Cristo, o el bellísimo museo religioso,
de preciosos cuadros y esculturas, situado en el recinto del Palacio Episcopal,
que sufrió en 2009 un atroz incendio. Hay que decir que la Semana Santa de
Comayagua es de las más bonitas de Centroamérica. Fue la madre de Tirso Zapata
doña Miriam de Zapata, quien en 1963 elaboró con serrín teñido de colores una
alfombra para celebrar la llegada del nuevo obispo frente a la catedral. Este
año de 2018, la Semana Santa de Comayagua vio colocar 61 alfombras de 10 metros
para que pasaran por encima de ellas los pasos de la Procesión del Silencio y
el Vía Crucis del Viernes Santo Esto ha hecho que Comayagua sea considerada
como la capital religiosa de todo el país. La temática de las alfombras de este
año fue el de la protección de la flora y la fauna. Las alfombras fueron vistas
por más de 60.000 turistas de Honduras y de los países vecinos.
Para
saber más ver este enlace del periódico La Prensa.
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