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lunes, 22 de julio de 2013

Italia bien vale una cena



         Y el viajero fue a Italia sólo por una cena. Pero una cena que vale toda una historia. Me explico, fui invitado por el OTC (Operatore Turístico de Clusane. Brescia (Región de Lombardía) a la 32 Fiesta de la Tenca al horno con polenta que reúne en la tercera semana de julio en el puerto de Clusane a más de 500 personas para comer ese plato típico de este pueblo de pescadores, que con tan sólo 2.000 habitantes tiene unos 24 restaurantes dedicados a la gastronomía que se abastece de los peces del lago Iseo, a cuyo borde sur de encuentra. www.clusane.com

         Las jornadas gastronómicas habían comenzado el día anterior, el sábado 13 de julio en el hotel Punta dell’Est que regentan los hermanos Marianella y  David Gatti, que ofrecen una excelente comida a base de pescados del lago con vino de la región a la que llaman aquí Francia Corta, que cultiva unos magníficos caldos con denominación de origen. En esta ocasión caté y bebí un vino blanco “Río Fus”. www.stradadelfranciacorta.it


 
         La segunda parada gastronómica fue la cena de la jornada anterior, parada que se hizo en la pizzería “da Sandro”, donde la pizza era de verdad, con una pasta que se deshacía en la boca. Era un buen local porque tuve que esperar mesa y algunas de ellas repetían clientes. Un buen restaurante, sí señor. www.dasandroclusane.it

 
         La tercera parada fue en una casa de comidas en la que ya había estado la primera vez que visité Clusane. Se trata del restaurante “Al Porto, cuya chef, Gabriela Bosio, está dispuesta a venir a la comarca Tajo Salor para aprender cómo cocinamos aquí ese rico pez que es la tenca. Su hijo Luca me ofreció un buen menú:  Espaguetis con gambas del lago Iseo y de segundo una fritada con peces pequeños del lago Iseo, que eran una delicia, ya que estaban tan ricos que parecían una tempura japonesa o mejor pescaítos fritos de la Carihuela de Torremolinos (Málaga). Para acompañar tales manjares, un caldo blanco “Cavallieri”, divino. Había vinos de Francia Corta en su carta que en mesa costaban ¡80 euros!  Este –de la cosecha de 2011- sólo salía por 16, pero una verdadera delicia para la boca. http://www.alportoclusane.it/

 
         Y para concluir la jornada, la cena al borde mismo del Lago Iseo;  en esta ocasión, la invitación vino de manos de Samuel, propietario del restaurante “Punta da Dino”. http://www.clusane.com/puntadadino.htm .   Coincidí en la mesa -en la mitad de la larguísima “tavola”- con la organizadora de este magno evento: Ana Ferlinghetti y una familia italo-cubana, ya que el padre italiano había pasado trabajando en la isla caribeña unos 12 años y hablaba un perfecto español, así como su guapa y joven hija.

 
         Unos aperitivos a base de pescaditos del lago y un paté de tenca fueron los entrantes para continuar con una sardina del lago, (sí, sardina), ahumada con polenta y concluir con la famosísima “Tinca al forno”, que todas las guías turísticas de la zona destacan y aconsejan probar. Al horno con queso, pan rallado, mostaza y otras hierbas dan un sabor especial al pez. Para regar tan suculenta comida, otro vino de Francia Corta, un blanco y un tinto que llevaban por nombre Gatta.

         La cena, a la que asistieron más de 500 personas, era todo un lujo tanto por la gastronomía como por el bello panorama del Lago Iseo. Al concluir la cena unos “montgolfieri” de papel (globos de papel) subían y daba luz y color al pequeño puerto de Clusane. También en las aguas había fuego, ya que los pescadores ofrecían a los participantes cientos y cientos de velas en el agua, que se dejaban mecer por las olas.

         La ruta gastronómica concluyó al día siguiente, antes de volar hacia Madrid, en la bella y cuca “Trattoria del Moliner”, montada sobre lo que fuera un molino y que la familia transformó en restaurante. El menú, como no podía ser menos, ofertaba platos típicos del lugar, como el salmerino y el pérsico,  que se me presenta de dos maneras distintas: frito y al limón, ambas extraordinarias. Para acompañar estos pescados, el camarero, que habla un italiano, para mí, perfecto, es un joven polaco nacido cerca de Cracovia, me brinda un vino espumante (no se puede decir champán ni cava), un blanco satén,  de la marca “Bosio”, muy elegante y perfecto para el pescado. www.trattoriadelmuliner.it  En este enlace se puede ver la receta de la tenca al horno al estilo de Clusane: http://www.trattoriadelmuliner.it/tinca.HTML 

 
         Y ya, en la distancia, sólo queda el recuerdo de unas buenas jornadas pasadas en la zona del sur del lago Iseo, pegando a la comarca vitivinícola de Francia Corta.

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