Estoy escribiendo esta crónica en
una servilla blanca de un pub irlandés en Nueva York; está vacío por completo,
pues no hay nadie en él. Son las once de la noche en la costa este de los
Estados Unidos de América en un edificio de cuatro pisos cercano al famoso toro
de bronce en la zona de Wall Street, al que le tocan los testículos para traer
la buena suerte. Se trata del pub White Horse Tavern, en el 25 de Bridge
Street.
El pub tiene tres plantas públicas
en un edifico bajísimo comparado con los que hay alrededor. Un asombro que aun
esté el edificio allí en tan buen estado. En la calle es un bar corriente,
lleno por completo un viernes en su tercera planta, pues en él se celebra una
fiesta privada a la que he sido invitado para celebrar la clausura de la
tercera edición del Festival de Cine
“Las Américas”, que promueve, entre otras entidades, el Instituto
Cervantes de Nueva York, a donde acudí el día anterior a dos fiestas más
consecutivas: La exposición de 20 preciosísimas fotografías de la agencia EFE,
inaugurada por su presidente y a la que acudió como estrella invitada el famoso
Raúl González, el que fuera número 7 y capitán del Real Madrid; la otra
singular fiesta fue con motivo del Día Internacional de la tapa, promovida por
la Oficina Española de Turismo en la capital del mundo.
La fiesta del cine también la
promueve “Goya”, una reconocidísima marca española de alimentos que se venden
por todo el continente americano. Ofrece una bolsa con aceite virgen de oliva y
un rico recetario de cocina hispanoamericana; además en la barra del bar
ofrecen un excelente vino blanco… australiano, muy rico y sabroso que paladeo
con gusto. Termino con un par de tragos de ron Barceló, dominicano, que rebajo
con un poco de tónica.
En la fiesta conozco a gente de
Cuba, Argentina y hasta de España. Sin embargo al final colocan un ruido tan
ensordecedor, al que llaman música que decido macharme a la planta de abajo, a
ese pub irlandés, donde no hay nadie y que solo me acompaña una fotografía de
muchos grande escritores de la isla verde, como Oscar Wilde, James Joyce, Samuel
Beckett o Bernard Shaw, por citar solo a unos cuantos que me vienen a la
memoria.
Y leo algo sobre este festival de
cine de Las Américas, de Nueva York: El certamen se abrió con el filme mexicano
- español – colombiano “El ruiseñor y la noche”, de Rubén Rojo, en la que el director cuenta en 78 minutos el
encuentro con Chavela Vargas y Federico García Lorca, presentada en el
Instituto Cervantes. También se presentaron 12 largometrajes de diversos países
hispanoamericanos y numerosos cortos, con el fin de dar a conocer a la
audiencia y especialistas en Nueva York el tipo de cine que se hace ahora en
Latinoamérica.
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