Los judíos fueron expulsados
de España por los Reyes Católicos en el año 1492, el mismo año del Descubrimiento
de América por Cristóbal Colón, pero la herencia judía aún permanece en el país
al que denominaron Sefarad y con un idioma propio, el sefardí, que aún se habla
en Israel y en muchas partes del Mediterráneo, entre ellos em la ciudad griega
de Tesalónica. Era tal la importancia del mundo judío en España que antes de su
expulsión había unos 600 pueblos y ciudades, lo que suponía un 10 % de la
población total de la nación.
Esa herencia de siglos
sigue conservándose en España a través de la Red de Juderías que agrupa a 21
ciudades grandes y pequeñas, en las que hay todavía una importante vivencia del
mundo hebreo. Puedo contar que hace relativamente poco tiempo el director de
las sinagogas sefardíes de Jerusalén, el hispanista Abraham Haim me impuso la Medalla
de las Cuatro Sinagogas, en presencia de un abarrotado salón de amigos entre
ellos el egipcio Hamdi Zaki, gran profesional del turismo.
La más populosa de las
juderías españolas es Barcelona, incluso hay un refrán para la ciudad extremeña
de Hervás que dice: “En Hervás, judíos los más”, pero la más atractiva
es Toledo, antigua capital de España, y la ciudad de las Tres Culturas: Judía,
Cristiana y Musulmana, pero todos los municipios cuentan, en sus conjuntos medievales, con un
patrimonio arquitectónico, histórico, medioambiental y cultural, herencia de
las Comunidades judías que los habitaron. Es tanto el interés por pertenecer a
esta asociación de ciudades que aun hay espetando ocho más para entrar si
reúnen los requisitos necesarios.
Hervás
La
filosofía de esta red pública de ciudades españolas es la defensa del
patrimonio histórico y legado judío promoviendo proyectos culturales,
turísticos y académicos y realizando una política de intercambio de
experiencias nacionales e internacionales que contribuyan al conocimiento
y respeto mutuo de pueblos, culturas y tradiciones. Tiene su propia cocina y
hasta el popular cocido español, que es un plato muy típico en Madrid se basa
en la adafina judía.
Muchas de estas ciudades de origen judío son Patrimonio
de la Humanidad por la Unesco, como Ávila, Cáceres,
Córdoba, Segovia y Toledo. Hay un hecho
en España muy importante para el ciudadano extranjero que acredite su
ascendencia judía y es que puede obtener la nacionalidad española si acredita
sus raíces. Por eso hasta la fecha hay aquí hasta 45.000 personas que
consiguieron ser españoles y están aposentados especialmente en Madrid,
Barcelona y Málaga, así como otros lugares de la geografía española.
Para ser
miembro de la Red de Juderías de España cada ayuntamiento necesita tres
requisitos: Justificación histórica de su pasado hebreo, bienes inmuebles y
monumentos de origen judío que puedan ser visitables y la capacidad económica
para poder gestionar ese patrimonio desde el punto de vista del turismo.
Ver el reportaje en televisión picando este enlace:
1 comentario:
Lo que dice el edicto de los reyes católicos era que se habían
de convertir al cristianiso o irse fuera, asi que los que se fueron eran los que no quisieron hacerse cristianos y se quedaro tantos como se fueron que pasaron a ser los cristianos nuevos y que muchos continuaron los ritos judios en secreto, por ejemplo la famila de Santa Teresa de Avila era una de estas familias, es un matiz muy importante pues en el S. XX se han hecho cosas mucho peores que lo que hiciero los Reyes Católicos
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