El Foro Extremadura homenajea a Ramón Muñoz

El Foro de Extremadura, integrado por profesionales de la región residentes en Madrid, homenajeó a uno de los grandes de esta amable y sana institución: Ramón Muñoz, natural de Jaraiz de la Vera En el hotel Santo Domingo Mercure todos sus amigos, unos 50, le recordamos con afecto en presencia de su esposa Carmela, quien no pudo por menos de sentirse emocionada.

Allí había numerosas personalidades de la cultura, de la política, del arte, de la economía extremeña. Hubo palabras afectivas de elogio proefsional por uno de sus compañeros del tribunal de Cuentas, Carlos Cubillo y del resto de sus amigos. Todos estuvieron magníficos. Cerró el acto Carlos Muñoz, quien habló de lo bien que se sentía su hermano Ramón con sus amigos.

Estas fueron mis sentidas palabras dichas tras las de Carlos Cubillo:

A mi amigo Ramón Muñoz, aquí presente

23 de noviembre de 2011

Ramón Muñoz Álvarez, Moncho para los amigos, era una buena persona; perdón, es una buena persona, porque él está aquí con nosotros. Cierren unos segundos los ojos; todos lo estamos viendo, con su barba blanca, con su irónica manera de hablar, con su “cómo te va”… Ramón está, sencillamente aquí y voy a dialogar un rato con él. Creo que es el mejor homenaje que se le puede hacer.

Mira Ramón, aquí estamos tus amigos, tus amigos del Foro Extremadura, ese encuentro de personas afines que queremos tanto nuestra tierra, que hablamos hasta…de Plasencia y te queremos tanto a ti que nos hemos reunido para comer, para charlar, para ensalzarte en lo bueno que tienes.

Mira Ramón, recuerdo tus ratos de cháchara conmigo, a veces discrepando, otras dialogando. ¡Mira que eres un polemista! ¡De qué me hablas, que me opongo! Bueno… era una manera de entrar el trapo de la conversación.

Y sabías hablar de tantas cosas. Incluso a veces de temas de cuentas de la Administración. Pero qué aburrido: mejor hablemos de belenes de papel y de otros materiales. Oye, qué bonita fue la exposición de nacimientos en la Casa de Vacas de El Retiro, o la que me contaron en el molino en Gata de nuestro amigo Juan Antonio Pérez Mateos. Bueno, hablemos también cómo resolver, delante de un café, los infinitos problemas de Extremadura.

Mira, para ti éstos son ya “pecata minuta”. Mira Ramón, hablemos de lo bien que estás. Yo me paro aquí … y hago silencio para oírte hablar en mi interior. Tú sí que sabes. Mira Ramón, todos te queremos y… ya me callo.