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viernes, 9 de abril de 2010

En la isla de Amorgós






9 de abril de 2010

La mañana se presenta clara y soleada. Debajo de mí el mar golpea suavemente la playa de Aeigialis. Estoy en la isla griega de Amorgós participando en el evento cultural Yperia 2010. El nombre de Yperia suena a Iberia, pero no tienen nada que ver. El primero es un antiguo nombre de la isla, me cuenta Irene Giannakopoulos, directora y propietaria del hotel Aegialis, un magnífico establecimiento que se muestra sobre la bahía del mismo nombre y presidenta de la Asociación Cultural de la Isla.

En este acontecimiento anual participamos personas venidas de toda Europa: España, Portugal, Francia, Italia, Rusia, Polonia, Rumanía…Es un encuentro de personas que aman el turismo y la promoción del mismo a través de la imagen.

Uno no se puede hacer idea, hasta que las vive, de las bellezas de esta isla. Esta mañana hemos ido al cercano pueblo de Lagada en autobús, pero hemos caminado hacia la ermita de Nuestra Señora de Panochoriani, donde se suele decir una misa ortodoxa y se reparte un pan especial que se ofrece a los feligreses y visitantes. Posteriormente ha habido una procesión con el santo icono de Chozoviotissa. ¡Qué belleza plástica la de esta manifestación religiosa, acompañada en el camino por la fragancia de numerosas plantas de la isla! Se dice que en Amorgós hay 600 clases distintas de hierbas. Esta misma tarde, hace un rato, acabo de probar una tisana con una hierba que desconozco, pero que el sabor era excelente.

Una comida en la taberna de Nikos, en Lagada, con bailes y canciones típicas puso fin al trabajo turístico de la mañana, para terminar por la tarde viendo algunas películas relacionadas con el turismo.

martes, 28 de abril de 2009

Un día en Amorgós



23 de abril de 2009


He pasado mi primer día en las islas Cícladas en Amorgós. El grupo que conforma el festival cultural y de cine turístico, que coordina la dinámica Irene Giannakopoulos, acudió a la pequeña población de Lagada, donde vivimos con intensidad un acto religioso ortodoxo. Esta simpática y activa mujer es capaz de mover a numerosas personas que llegan de cualquier parte de Europa a su sola llamada. ¡Tal es su personalidad!

El grupo procede de numerosos países extranjeros: España, Suecia, Italia, Rumanía, Finlandia, Polonia, Serbia y hasta de Estados Unidos.

Tras una caminata de poco más de kilómetro y medio por un bello camino lleno de huertos floridos como corresponde a la preciosa primavera que estamos viviendo alcanzamos la pequeña ermita donde se celebraba una misa cantada donde varios sacerdotes revestidos con ropajes blancos y rojos, manifestaban sus ritos un poco diferentes a los católicos.

El pueblo que estaba en la pequeña capilla estaba formado, principalmente, por la gente de Lagada. En primer lugar los hombres que eran los que cantaban y detrás las mujeres, al contrario de lo que ocurría en la España de los años 60, que siempre eran las mujeres la que se ponían delante y detrás, separados de ellas, los hombres. ¡Costumbres!

La fiesta continuó en la calle con un precioso repique de campanas hecho a mano con habilidad por un pope y posteriormente por Stefanos un hombre del pueblo que de niño había sido monaguillo. Un reparto de pan con sabor a anís y vino claro y sonrosado, producido en el lugar, y al que fuimos invitados todos, fue el acto que dio comienzo a la procesión con los santos iconos de la Virgen María, una de ella traída desde Palestina.

Tras llegar a Legada y pasar la procesión a la iglesia del pueblo, todos nos tomamos un café con la bebida de Grecia, raki, que es un aguardiente fuerte y limpio. El lugar, la taberna de la pensión Artemis. Tfº 0285 073 315.

En otro momento pasé a la taberna de enfrente, donde un joven de nombre Adonis, hijo de padres cretenses, me explicó de dónde sacan el agua y la electricidad, dos elementos tan necesarios en la vida moderna. El primero en la villa de Lagada se saca de la lluvia y de pozos y la segunda de una industria existente en la capital, Kapotala.

En fin, una preciosa jornada donde vivimos con intensidad la vida en una villa griega.