Entradas populares

jueves, 9 de febrero de 2012

El Parque Natural del río Ticino






Evidentemente, Lombardía no son sólo las grandes y conocidas ciudades como Milán, capital mundial de la moda, o Monza, donde se dan las grandes carreras de coches, sino que también hay vida salvaje en un lugar delicioso, lleno de nieve en el momento en el que lo visité y que en primavera está vestido de un precioso color verde. Se trata del Parque del río Ticino, que nace en el Lago Maggiore, ya casi en Suiza. http://www.parcoticino.it/

El viajero ha disfrutado durante un par de jornadas de esta zona situada al oeste de la Región de Lombardía, en un territorio el que se integran tres provincias (Varese, Milán y Pavía) incluyendo 467 términos municipales y hasta un enorme aeropuerto, el de Malpensa, que abastece al norte de Italia.

En el parque el viajero se acercó hasta el pequeño pueblo de Morimondo, donde hay una abadía cisterciense, del siglo XII, de igual nombre. Es un atractivo singular de la zona, un enorme edificio de ladrillo de transición del románico al gótico, con ciertos añadidos barrocos, que no han desfigurado sus comienzos.

La abadía comenzó con la llegada de unos monjes desde Francia en 1134. Las obras del edificio duraron desde 1182 hasta 1296. En su interior destaca su claustro, del siglo XVI y su precioso coro de madera, que fue construido en 1522 por Francisco Guiramo. La zonza es encantadora y merece la pena pasear por el pueblo, donde algunas cruces en forma de Tau dan la bienvenida al visitante. El Tau es la cruz que solía llevar San Antonio Abad.

La visita concluyó con algo único y singular: El lugar exacto donde Leonardo Da Vinci construyó la primera exclusa para barcos, en el río. Con la nieve y a través de los cristales del coche poco se podía hacer, pero ahí estaba la aportación de este inventor a la humanidad.

Y de aquí al descanso, un magnífico hotel rural, llamada “Cascina Caremma di Besate”, la primera casa de turismo rural del Milanesado y en sus antiguas caballerizas tiene hasta un spa. Pero esta ya es… otra historia.

Carta de APETEX febrero 2012

miércoles, 8 de febrero de 2012

El Duomo de Milán







“Esta catedral produce en todos los ánimos una grata y dulce emoción”
Pedro Antonio de Alarcón, 1860

Para mí, la catedral de Milán es un monumento único. Tras la reunión con el responsable de Echo Starhotel, el grupo salió a ver el verdadero símbolo de la ciudad. Il Duomo.



El viajero vio que la plaza estaba llena de negros (de subsaharianos se dice ahora en un lenguaje políticamente más correcto; yo diría que un verdadero retorcimiento del lenguaje) que vendían pequeñas pulseras a los turistas y que pedían la voluntad. ¡Hay tanta pobreza en el mundo!



Uno ya había visitado la catedral cuando pasé hace años, unos días en Milán en casa de mi amigo Gian Paolo Bonomi, un hombre que conoce España mejor que muchos españoles. Por ejemplo, a mí me invitó a un bar cerca de la Puerta de Sol que sólo sirven vinos de Jerez. Espléndidos. Pues bien, en aquella primera ocasión sólo tarde cuatro horas en recorrer la planta del edificio. Mi único acompañante era una guía electrónica que me sirvió como guía turístico. ¡Es tanto y tanto y tanto lo que hay que ver! Así es Italia. Ahora comprendo lo que dicen que sufren la enfermedad de Standhal: El verdadero asombro por la obra artística.



Tras intentar cruzar una nube de palomas, y hacerse una fotografía de grupo, mi amigo portugués Alfredo Machado y yo entramos en la catedral. ¡Sobrecoge!. Hay que verla con sosiego, con tranquilidad, recreándose en el arte de las agujas que elevan al cielo las plegarias de los creyentes.



Su interior es magnífico en su trazado, en sus columnas, en la altura de sus naves. A la entrada se puede adquirir por 10 euros una guía turística en español. La compré. Es muy recomendable hacerlo, con textos de varios escritores españoles que la conocieron en otras épocas.



A mí me llamó la atención la exaltación de la Santa Cruz en la Nívola, una nave en la que el arzobispo enseña el pueblo el clavo de la cruz de Cristo; la cripta o “scurolo” de San Carlos. Pero siempre me llamó la atención la imagen de San Bartolomé un estudio anatómico en el que el santo está completamente desnudo y sólo está vestido con su sola piel, ya que fue despellejado cuando aún estaba vivo. Es obra de Marco d’Agrate y la esculpió en 1562. ¡Una joya que da cierto pavor!

Ostello Bello




“Esta casa no es un albergo (hotel)”, así reza una leyenda en este singular establecimiento italiano que dirige Carlo Dalla Chiesa, que habla un precioso español tras varios años en la Argentina y que le ha dejado como recuerdo una curiosísima estantería con cajas de madera de un vino de este hermano país.

El hotel es una especie de albergue juvenil que posee once habitaciones, todas ellas comunitarias, al precio de 28 euros la noche, pero por cama; sin embargo, sólo una de ellas, la número cinco se puede contratar por 40 euros la cama u 80 la pareja. No tiene más de dos camas.

En las terrazas tiene unas singulares macetas de cajones de madera donde han sembrado hierbas aromáticas para cocinar y que ofrecen gratuitamente a los clientes.

La comida es curiosa. La mama ha hecho una comida que tiene que ver con el albergue, el hotel que no es un hotel. En los bajos hay mesas de distintos estilos a los que acompañan sillas de disntas dormas y cololtres también. Una colección de guitarras y otros instrumentos son usados por los clientes. El dueño me dice que se han gastado un verdadero pastón en insonorizar el local… Lógico, es gente joven y le da a la guitarra y al canto.

El hotel Echo Star de Milán








Este hotel es muy moderno. Está en el centro de la ciudad y pertenece a una cadena llamada Star Hotels, propiedad de unos inversores italianos, cuyo capital social ronda los 40 millones de euros. La sede central está en Florencia. En total poseen 22 lujosos hoteles en varias ciudades italianas: Milán, Bérgamo, Bolonia, Florencia, Génova, Nápoles, Parma, Roma, Saronno, Turín Trieste y Venecia, más uno en París y otro en Nueva York.
www.starhotels.com

Durante una pequeña reunión con Luciana Tosi, del departamento de marketing de la Cámara de Comercio de Milán y Lombardía, y el director general de los hoteles, el señor Novarino, se nos explica las características de este hotel singular en el que prima, por encima de todo, la ecología y el cuidado del medio ambiente.
El lema general de la cadena es “Italia en el corazón”.

El hotel donde me encuentro, llamado antiguamente Splendido y hoy E.C.HO, .ha sido totalmente renovado de acuerdo con los tiempos, eligiendo la causa de la ecosostenibilidad tanto en los materiales, como en la energía, el agua o los servicios.

Unos datos: Ahorra 11.200 kilogramos de CO2 al poner paneles solares que producen 21.000 kilowatios anuales de electricidad que sirven para las luces de los pasillos de las habitaciones. Es un hotel totalmente puesto al día en domótica. El aire acondicionado se para cuando el cliente no está en la habitación, usándose de manera que no consuma demasiada energía y mantenga el lugar bien acondicionado.
La tarjeta de entrada tiene ujn chip que sirve para optimizar la temperatura y también para ahorrar luz eléctrica. Las luces se encienden en el armario si hay presencia, en caso contrario, se apagan, lo mismo que en los pasillos.

El agua que se consume en duchas, lavabos y bidets es reciclada para regar las plantas o para usar en el wáter.

Todos los productos que se usan en el hotel están comprados en un radio de 100 kilómetros para ayudar, aún más, a la economía de la región y me cuenta el director que incluso el bolígrafo con la marca de la casa con el que estoy escribiendo está certificado ecológicamente…

martes, 7 de febrero de 2012

Un viaje a Milán


Al llegar al aeropuerto de Milán, Malpensa, la nieve lo cubre todo. Sólo las pistas están libres del fenómeno meteorológico. Tardamos varios minutos en llegar al Hotel Echo, de la prestigiosa cadena StarHotels http://www.starhotels.com/ , del que dista unos 20 kilómetros más o menos.

El grupo de periodistas de turismo que arriban desde diversos países de Europa, están congelados. Hace un frío que pela; el que menos lo sufre Mika Remes, un finlandés, director de “Comida Communication”
http://www.comidacom.fi/ Y me lo dice con orgullo. “Comida” es una
palabra española Mika ha salido fuera del hotel en chaqueta a fimarse un cigarrito. La temperatura debería rondar los -4 grados.

Enfrente de mí dos periodistas portugueses, con mucho sentido del humor, Billy Francisco Martín y Alfredo Machado, éste director Noticias de Albufeira, un periódico del Algarve. Completaban la mesa durante la cena una pareja italo-germana; una periodista alemana y otra sueca.

Una cena singular compuesta de varios platos de cocina ecológica, pero presentados con cierta modernidad. Una ensalada de queso blanco con soja y productos verdes; un risotto con trufa y setas del bosque y un cestino de verduras y gambas en tempura. Un mus de café con almendras puso fin como postre a la suculenta cena. A todo ello le acompañó un vino blanco burbujeante proceso “La Marca”, de Treviso”, un chardonnay “C’a di Rajo”, de Trevijana y para terminar unas copitas de buen grappa para hacer la digestión.

La cena fue servida por Alberto Cortés, un ecuatoriano que lleva con orgullo el nombre del cantante argentino; lleva diez años en Italia y ya habla correctamente el idioma, al que felicité por su buen servicio.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Cena en La Camarilla



Ayer fue el cumpleaños de mi hijo. Fueron 31 tacos el 31 de enero. Lo celebramos en el restaurante La Camarilla, en la Cava Baja, 21, cuyto cocinero, Jesús Díaz Zorita es muy buen amigo de mi chico. Nos atendió Chema, un maitre muy buen profesional, que asesora muy bien como somelier. http://lacamarillarestaurante.com

Tomamos un vino Premio de Oro en 2010, un “Paño fino”, de las bodegas Torre de Berreda, en Toledo, de la variedad tempranillo; era un caldo de 2007, de una amplia gama de sabores; se le notaban los 14 meses de barrica en roble francés.


El restaurante fue diseñado por el difunto Jesús del Pozo. Me uentan que cambió un local antiguo y rococó por un diseño minimalista y más acorde con los tiempos modernos.

Cuando entro al local hay varias parejas cenando. Me gustó la cocina: De entrada, un risotto con setas, más unos huevos estrellados con jamón; de segundo, lo más típico del local unas carrilleras ibéricas y un buen enrecot de buey y setas. Y de postre, para repartir entre mis dos hijos y yo un mousse de limón con tejas de chocolate. Todo muy bueno y recomendable.