Me alegra y mucho que le hayan dado a Mario Vargas Llosa el Premio Nobel de Literatura. A lo largo de ya mí ya dilatada vida he tenido algún encuentro con alguno de los grandes de la literatura española y en algunos casos de la literatura universal.
¿Cuál fue mi encuentro con Vargas Llosa?. Muy sencillo y agradable; una noche que recorrí Mérida tras la obra de teatro que pusieron en escena Mario junto a Aitana Sánchez-Gijón “La verdad de las mentiras”. A la vuelta me lo encontré en una cafetería cercana al teatro; tuve el gusto de saludarle y felicitarle por su buena labor. Él, amablemente, me atendió con toda cortesía. Hay que decir que le teatro romano de Mérida estaba a rebosar.
Y cual fue el segundo encuentro. Pues siempre lo cuento. Un escenario más grande que el patio de más de 1.900 butacas. El escenario sólo tenía unas telas negras; un solo hombre, con un micrófono con un cable (no había entonces inalámbricos), hablando y representando en italiano se “comió” a los cerca de 2.000 espectadores que estábamos en la sala. Solución: Se representaba en el Auditorio de Palma de Mallorca, en el paseo marítimo, “Misterio bufo” por Darío Fo, su autor e intérprete. Toda una maravilla en la interpretación. Años más tarde tuvo su Premio Nobel.
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