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miércoles, 22 de agosto de 2018

Viaje a la isla hondureña de Roatán


            El viajero ha recalado en esta ocasión en la isla hondureña de Roatán. Me costó llegar a ella tres vuelos, Madrid-Miami-San Pedro de Sula-Roatán; en total 12 horas y 36 desde que salí de mi casa en Madrid, pero hay que decir que mereció la pena. Fue una cortesía del Instituto Hondureño de Turismo mientras esperaba la apertura oficial del XIV Congreso de Turismo Religioso y Sustentable, en el que tendré el gusto de participar como ponente en la Caxa Real de Comayagua, la ciudad más antigua de Honduras, fundada por el soldado de Alcántara Alonso de Cáceres el 8 de diciembre de 1537. 



            Pero volvamos a Roatán. Durante dos noches me alojé en el bello resort Infinity Bay, situada sobre una de las diez mejores playas del mundo, con villas al estilo español, muy apreciado por los turistas estadounidenses, canadienses y también europeos. Curioso, los europeos que más llegan a Roatán son italianos, dada la influencia que tuvo en la isla un antiguo cónsul honorario reconvertido en empresario turístico.  Infinity Bay tiene varios Premios de Excelencia Turística de Trip Advisor. www.infinitybay.com








            Tres son los puntos que conocía la primera jornada: Un encuentro con un jaguar, al que abracé, acaricié y disfruté de él en el mar, previamente adiestrado por un monitor; un paseo a caballo por la playa cercana y lo más atractivo para mí, un baño en el segundo mejor arrecife coralino del mundo, usando unas gafas de buceo. Un bello baño que se convirtió en una experiencia inigualable, para un extremeño, un hombre de tierra adentro, que, pese a todo, como heredero de aquellos bravos conquistadores, intenta hacer las Américas de una manera muchísimo más cómoda. Estoy hablando del lugar al que llaman Little French Key, donde tres jóvenes Thai, Sidney y Jeven, nos llevó al grupo hasta un arrecife bellísimo de coral y el baño fue, sencillamente, delicioso, consiguiendo Sidney un caracol marino, que tras ser fotografiado fue devuelto al mar. Por cierto, la primera lengua en Roatán es el español, pero muy seguido del inglés. Cuenta también con un certificado de excelencia de Trip Advisor.  https://www.littlefrenchkey.com/


            Otro atractivo del lugar fue acudir a ver los manglares donde se ocultaban los corsarios y piratas ingleses, refugio de estos maleantes que intentaban robar los barcos españoles que iban a la metrópoli con las riquezas de las colonias. La jornada terminó de una manera curiosa con una rica cena garífuna y un espectáculo sencillo, pero de gran encanto.




            El día siguiente fue más sencillo. Un baño con delfines pudiendo conocer sus costumbres, disfrutando de ellos. Unas fotos dejan el recuerdo de la jornada, unas fotos carísimas que cuestan 45 dólares. Yo prefiero poner aquí las que y mismo hice. El final fue un festín en el restaurante Gio's, que ofrece los mejores productos del mar roateño. Hasta Julio Iglesias fue a comer allí. Yo tuve esa experiencia..


            Un corto vuelo de 40 minutos desde el aeropuerto de Roatán, en un avión Embraer, volando a 8.500 pies de altura y sobrevolando la isla de Utila, nos trajo a San Pedro de Sula, para tras dos horas y media de viaje, nos hospedamos en un precioso hotel, de estilo colonial, el Caxa Real, pero esta… es ya otra historia. www.hotelcaxareal.com

5 comentarios:

FRANCISCO JOSÉ AUDIJE PACHECO dijo...

Después de leer esta crónica, se nos ponen los dientes largos, Paco. Creo que voy a hacer ese viaje ;)

olgamariaramos dijo...

Muchísimas gracias por compartir tu maravilloso viaje. Tienes la facultad de hacernos imaginar que estamos contigo... Incluso he creído acariciar al Jaguar.

Unknown dijo...

vale la pena visitar Roatan y los otros lugares de interés turístico en Honduras como decir Copan asentamiento precolombino de la cultura Maya

Volantes lleva la niña. dijo...

Enhorabuena, porser tan "garitero", es un honor,pa todo lo hinojaliegos.
Un abrazo.

Wendy Martel dijo...

¡Excelente experiencia! Gracias por compartir