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sábado, 15 de junio de 2019

Un honor recibir la Estrella de la Excelencia





            Ayer por la noche, tuve el honor de recibir la Estrella a la Excelencia Profesional, como presidente del Skal Internacional de Madrid, en uno de los salones del hotel Westin Palace de Madrid, al mismo tiempo que en otro de los salones celebraba sesión la Orden del Santo Sepulcro.


Estuve en la mesa presidencial, que llevaba el nombre de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús; otras mesas eran Federico García Lorca, Goya y Dalí, verdaderos hombres excelentes de nuestra histórica nación.



Comenzó el acto de manera protocolaria diciendo unas palabras de bienvenida el presidente del Instituto para la Excelencia Profesional, Ignacio de Jacob, invitando a los presentes a brindar pos los éxitos de los premiados.



Coincidí en la mesa con un buen amigo mío, Manuel Seixas, amigo y compañero también en los Amigos de la Boina, al que conocí la noche en que tomé posesión en este distinguido club que comandaba el periodista vasco Alfredo Amestoy, cuando fuimos elegidos en el restaurante Currito, de la Casa de Campo de Madrid, dos verdaderas personalidades y este humilde servidor: el entonces embajador de los Estados Unidos de América, y el entonces muy joven Julián López Escobar, el torero El Juli.



La última vez que coincidí con Seixas, un fenómeno de la cámara de fotos, fue en el Capítulo de Primavera de la Orden de la Amistad, imponiéndole el título de Caballero a Su Alteza Real don Alfonso de Borbón y Martínez Bordiú, entre otros ilustres invitados. Manuel Seixas, gallego, es propietario de la agencia de prensa Lalín Press. En esta ocasión le acompañaba su “hermano” fotógrafo Bernardo Paz, natural de Uruguay, pero más español que muchos. Es propietario de “Pax Press Imagen”



El menú de la cena consistió en un carpaccio de gamba blanca con mayonesa de eneldo y brotes; ternera gallega confitada a baja temperatura, foie gras y reducción de Oporto y de postre una semiesfera de tres chocolates con baño de oro, todo ello acompañado de un vino blanco Viña Calera, de la Denominación de Origen Rueda y un vino tinto Arienzo Crianza de la Denominación de Origen Rioja.



Y hablando de vinos, a mi izquierda estaba el bodeguero Gregorio de Bustos Serrano, que promociona ahora lo último en vino rosé, el Wandering Grace 2008, del que sólo se han producido 3.000 botellas. el Rosé Premium ecológico que conquista almas inquietas, mentes abiertas y corazones inconformistas.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Como bien dices, amigo Rivero, la paciencia es una cualidad. También lo es, y no menos, la justicia. Y eso es lo que se ha hecho contigo al otorgarte este merecido galardón.

cronistadelasbrozas dijo...

Querido amigo Fernando: Es el trabajo recompensado y... se agradece.

FRANCISCO JOSÉ AUDIJE PACHECO dijo...

Me alegro mucho, querido Paco, de este reconocimiento a tu excelente labor de toda una vida.
Un fuerte abrazo, paisano y amigo mío

Pepa Rivera dijo...

Enhorabuena querido amigo. Sin duda muy merecudo galardón. Un fuerte abrazo.