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sábado, 27 de noviembre de 2010

Alqueva, un lugar para soñar




El viajero no conocía dos destinos portugueses que tienen gran relevancia dentro del turismo cultural y de naturaleza en el país vecino y que tanta fama tiene en la región extremeña: se trata del pueblo de Monsaraz y un viaje por el gran lago artificial de Alqueva, el más extenso de toda Europa.

Monsaraz es la antigua población de donde surgió la actual capital del municipio. Regueros de Monsaraz. Está situada sobre una montaña y fue conquistada por la el rey Sancho II en 1231 a los moros con la ayuda de los templarios, de ahí que se la regalara a la Orden del Temple. Pasear por sus empedradas calles, hechas a base de pizarra, es saborear la historia del lugar. No deje de entrar por la Puerta de la Villa y llegar hasta la preciosa iglesia de Nuestra Señora de la laguna, un singular templo cuadrado del XVI. Al salir vea el “pelourinho” o picota, de la misma centuria y enfrente la singular iglesia de la Misericordia, sede de la Santa Casa, encargada de recoger a los más necesitados. Y por último, el castilll, monumento nacional, donde se halla instalada de manera muy curiosa la plaza de toros.

Desde la atalaya de Monsaraz se divisa a lo lejos el gran embalse de Alqueva, a donde se dirigió posteriormente el viajero con el fin de conocer algo tan curioso como la marina de Amieira, desde donde uno puede tomar un barco y navegarlo sin necesidad de tener licencia para ello (al menos en la parte portuguesa). Unas empresas lusas Amieria Marina www.amieiramarina.com y Gescruzeiros www.gescruzeiros.com han sido capaces de poner en la Península Ibérica algo tan singular como hacer rentables los barcos casa, tan en boga en otros países como estados Unidos, Canadá, Francia o Alemania.

Alqueva, situado al suroeste de la ciudad de Badajoz, muy cercano a la población pacense de Cheles, es un lago artificial hispano portugués, que sirve para producir electricidad y agua para los regadíos. Tiene una superficie de 250 kilómetros cuadrados y su cola mide desde el embalse unos 83 kilómetros. Si uno toma un barco, que navega como máximo a 6 nudos por hora (10 kilómetros a la hora) tardará unas 20 horas en ir y volver.

Pero lo importante no es hacer el recorrido, sino disfrutar de la paz y el sosiego que eso supone en una sociedad tan ruidosa y estresante como la nuestra. ¡Hágame caso y alquílese un bote para 2, 4, 6, y 8 9 y hasta 10 personas1 Una verdadera delicia y una sorpresa turística. Hice la prueba y puedo asegurar que la paz y la calma reinan durante el viaje. Víctor un avezado marinero, le ayudará a hacerse un verdadero lobo… de río Guadiana. Para reponer fuerzas, el restaurante en forma de barco.

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