El viajero
cronista se halla en Macao, la ciudad de china que conformara parte del imperio
portugués. Tras doce horas de avión en la compañía Cathay Pacific, y tres horas
más para tomar el ferry Turbo Jet se llega a la terminal de Macao. Toda una
experiencia viajera. www.turbojet-com.hk
Nada más llegar,
uno se rodea de lusofonía. El portugués es, junto al chino, el idioma más usado
en este territorio, que por cierto nunca perteneció a España en la etapa en que
los dos reinos ibéricos bajo la corona de Felipe II quedaron unidos, Macao fue
siempre leal a Portugal. Hoy esta ciudad es la de mayor densidad del mundo.
Las calles
conservan nombres portugueses, en el viaje de bus desde el terminal del ferry
al precioso hotel Sofitel Macau Ponte 16, aprecio la avenida del Doctor Mario
Soares, expresidente portugués, que vino a Macao antes de la entrega de la
ciudad a China en 1999.
El viajero cena
en un singular restaurante “Litoral, que comanda Raymond Cheong, y que ofrece una
experiencia en cocina macanense y portuguesa. Platos típicos como el minchi, a
base de carne picada de cerdo y buey, con huevo frito por encima y la carne de
cerdo, con salza típica de la zona. El vino un tinto alentejano, “Monte Velho”
se deja beber con gran ánimo. Una cena muy buena para recordar. Muy recomendable
el local y el servicio, y que a la salida veo un buen “presunto” o jamón
ibérico del pueblo portugués de Barrancos. www.restaurante-litoral.com
Antes de ir a
la cama, pese al cansancio, el viajero opta por dar un paseo a pie y entrar en
uno de los emblemas de la ciudad, el casino Gran Lisboa, un hotel también de
cinco estrellas. El juego ha enriquecido esta ciudad a la que se acercan
millones de turistas chinos ávidos de ser ricos en una noche. Hoy, el total de lo
que se juega en Macao supera a las Vegas americanas. http://www.grandlisboahotel.com/
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