Chichicastenango
Y hoy sí estamos en el Día del Cambio de Era Maya, todo un
cambio para los creyentes y un negocio para el turismo en la provincia de
Flores donde se encuentra uno de los más importantes centros mayas: Tikal.
El viajero estuvo en su día en Chichicastenango con los
mayas y pasó de aquí a Tikal, en el Departamento de Petén. En ambos lugares
míticos se nota una energía especial que muestra que esa historia del fin del
mundo encandila a muchos. El precioso territorio del mundo maya, tiene entre otros lugares el lago
más bello del mundo, el Lago Atitlán, o la ciudad maya de Tikal, como lo es
Antigua, una ciudad heredada de los españoles, declarada ambas Patrimonio de la
Humanidad.
En “Chichi”, como le
llaman los guatemaltecos, hay un sincretismo religioso en la iglesia de Santo
Tomás, ritos antiguos mayas se suman a los ritos católicos. El viajero vivió
con gran asombro y en penumbra este gran momento que le embargaba el alma. A la
salida del templo hizo esta foto que le valió un premio y se paseó en una exposición
de la CEXECI (Centro Extremeño de Cooperación con Iberoamérica).
En Tikal, acompañado por
un guía especializado puesto ex profeso por el ministro de Turismo de aquel
país hermano, lo llevó por intrincados caminos hasta descubrir al final la gran
pirámide de Tikal. Fue algo para asombrarse ante uno de los ligares míticos del
mundo maya, que ya conocía por los cenotes mexicanos, los grandes centros cercanos
a la Mérida de Yucatán, fundada por el extremeño de Brozas, Francisco de Montejo.
Estar y conocer el
castillo de Chichen Itzá, de día o de noche, la gran ciudad maya, o la guatemalteca
de Tikal, es abrirse a un mundo totalmente distinto al nuestro que conserva su
lengua propia y sus costumbres ancestrales, por eso, quizá, supieron descubrir
que estemos ante el gran cambio del mundo. Tal vez ese cambio, como decía en la
cultura cristiana San Pablo, hay que nacer a un hombre nuevo y en la situación
actual lo estamos necesitando