Francisco
Rivero
Hace ahora 30 años que Cáceres posee, por méritos
propios, el título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad otorgado por la UNESCO,
un galardón reconocido por todos y que, como cacereño, me honro en difundirlo
en el sector turístico nacional e internacional.
Pero como hombre de la prensa turística no quiero que los
cacereños olviden que su ciudad fue galardonada ahora hace 20 años con el
Premio “Golden Apple” (Manzana de Oro), concedida por la Federación Mundial de
los Periodistas de Turismo y que un servidor tuvo que ir a por ella a la ciudad
croata de Dubrovnik.
Todo comenzó cuando le presenté la propuesta, como presidente
de la recién creada Asociación de los Periodistas y Escritores de Turismo de Extremadura
(APETEX) al entonces alcalde José María Saponi y le hablé de que se podía
conseguir un premio de la Federación Mundial de los Periodistas de Turismo, a
la que uno pertenecía desde mi estancia en Mallorca.
Fue un largo y difícil viaje, pues la junta directiva
mundial se reunía en la recién bombardeada ciudad croata de Dubrovnik. Hasta
allí me trasladé vía Frankfurt. Cuando llegue a esta ciudad señera de Croacia,
hacia unos meses que había sido atacada por las tropas serbias en las guerras
yugoslavas de los años 90. Aun había cascotes y restos de construcciones por los bombardeos tanto en
las calles como en la bella muralla que la rodea. El recuerdo físico que me
traje de esta ciudad fue un trozo de metralla que entresaqué de un edificio y
que aun guardo entre mis recuerdos. Hoy ese edificio es una noble galería de
arte, pues he vuelto a la ciudad ya pacificada.
Recuerdo que sólo lleve a esta reunión de la junta
directiva de la Federación Mundial de los Periodistas de Turismo un libro con
espléndidas fotografías de la ciudad. “Cáceres, conjunto monumental”, de Antonio Bueno Flores. Eso bastó
para dar a conocer las bellezas de Cáceres y convencer a la junta formada por
profesionales de la información turística que habían viajado por los cinco
continentes para conceder el galardón a nuestra ciudad.
De acuerdo a las normas de participación, tenía que haber
venido una comisión para conocer “in situ” Cáceres y estudiar si era merecedora
del premio; no fue necesario. El galardón se concedió en una gala ofrecida por
el Ayuntamiento en el Gran Teatro, y presentada por el periodista local Francisco
de Borja Gutiérrez, adonde acudió en pleno la junta directiva de FIJET
integrada por su presidente Haddad Tijani, empresario hotelero y periodista tunecino,
que alcanzó el Ministerio de Turismo de su país y la presidencia de la Organización
Mundial del Turismo. Le acompañaban periodistas especializados en turismo de Italia,
Chequia, Polonia, España, Bélgica…
El acto del Gran Teatro fue todo un éxito y concluyó con
una cena de gala en el Parador de Turismo de la ciudad. Una visita guiada por
la ciudad monumental con su iluminación especial puso broche final a la jornada
de la entrega del galardón.
Antes de Cáceres, tuvo la Manzana de Oro en 1985 la
ciudad de Palos de la Frontera y posteriormente Calpe (Alicante) y Cantabria. Este
premio se instituyó en 1971, concedido a la isla de Sicilia y el último fue en
2015 para Moscú, Dubrovnik (Croacia) y Palic (Serbia). Han sido “Manzana de
Oro” Santiago de Cuba; Tiro, en Líbano, Brno (República Checa), Split
(Croacia), Madeira (Portugal) y en 1981 el entonces secretario general de la
Organización Mundial del Turismo, con sede en Madrid, Robert Lonati.
El cacereño que desee conocer la Manzana de Oro puede acercarse
a ver el diploma en el Museo Municipal, pues lo que es el objeto Manzana de Oro
se encuentra en el despacho de la alcaldía, donde he tenido oportunidad de
verlo en alguna que otra ocasión. De ello me siento sumamente orgulloso, pero
también creo que la ciudad debería dar a conocer la concesión de esta honorable
distinción como lo hacen otras capitales del mundo turístico.
APETEX:
Asociación de Periodistas y Escritores de Turismo de Extremadura