Hoy he tenido una agradable experiencia al contar a un centenar de jóvenes de Trujillo cómo son las crónicas de viaje, dentro del “Seminario Amazónico” que han programado con motivo del Año de Orellana 2011, invitado por el Ayuntamiento de la ciudad.
Fue contar, en parte la vida profesional de un periodista de turismo, por esos mundos de Dios, adobado con la crónica de fray Gaspar de Carvajal, cuando Francisco de Orellana descibrio el río de las Amazonas.
Los jóvenes estaban muy interesados en conocer cómo a lo largo de la historia se han ido dando a conocer las crónicas de la historia, comenzando con Heródoto. Los que gustan de la historia saben que fue Heródoto de Halicarnaso el padre de la historiografía; es decir, de cómo narrar los hechos que han pasado. Algunos llamaron anales a las crónicas donde se anotaban y contaban los acontecimientos más importantes sucedidos en la Antigüedad.
Reflejar en una conferencia de pocos minutos una idea de cómo la crónica viajera influye en un ciudadano para que se anime a dar el primer paso a conocer un destino turístico es algo realmente difícil de conseguir. Intenté mostrar a lo largo de esos minutos que pasamos juntos cómo la crónica, el relato, la novela, incluso el cine animan a buscar lugares de ensueño.
La verdad es que cuesta que una persona aposentada en un sillón, delante de una revista, un libro de viaje o un programa de vídeo o de televisión, comience a ilusionarse por conocer tal o cual lugar cercano o lejano a su domicilio. Ese, es sin duda, el motivo del cronista, del periodista, del escritor o del profesional de la imagen que narra con palabras o con su presencia en un medio audiovisual para influir en el ánimo de una persona su espíritu viajero. Ya los grandes viajeros de la humanidad lograron meter ese gusanillo de conocer qué hay más allá de la tierra que vemos. Ahí comienza la prehistoria del turismo.
La jornada continuó con la conferencia del doctor Francisco Sanz Fernández, de la Facultad de Historia de la Universidad de Extremadura quien habló sobre “Proyección de la arquitectura extremeña en América” una interesante exposición con imágenes donde se vio calcada las grandes obras de nuestra tierra en la otra parte del Atlántico.
1 comentario:
Cuando llegue por primera vez a Quito hace ya 10 años tuve oportunidad de conocer un hispano residente en esa ciudad quien me llevo a ver una calle empinada saliendo de la ciudad, me dijo "por aqui partían las hueste de Francisco de Orellana a la conquista del nuevo mundo ..". Ahi me di cuenta que la historia que me enseñaron no estaba bien, creía que todo salía de Lima o al menos del Cusco. A partir de entonces estoy armando el mosaico de nuestras raices culturales
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