El
viajero pasa desde hace varios años su Semana Santa en Málaga, donde se celebra
una de las celebraciones cristianas más interesantes de España. El malagueño
programa durante estas jornadas unos días de religiosidad y fiesta cuyo culmen
es el día del Jueves Santo.
La
jornada del Jueves se abre en la televisión con la llegada de la Legión al
puerto de Málaga en barco, el “Contramaestre Casado”. Al canto del “Himno de la
Muerte”, el Tercio “Alejandro Farnesio” desembarcó y tras ser recibido por las
primeras autoridades militares y civiles desfiló por las calles malagueñas
hasta la Plaza de fray Alonso de Santo Tomás, donde una docena de legionarios portaban
al Cristo de la Buena Muerte al que llaman de Mena, pero que al ser destrozado
en 1931 por individuos contrarios a la religión católica, rompieron la obra de
arte y tuvo que ser el escultor Francisco Palma Burgos, quien en 1940 talló la
nueva escultura que desde entonces es la más venerada de la Semana Santa Malagueña.
En
esta ocasión el actor Antonio Banderas recibió el título Legionario de Honor,
“como persona de bien, trabajadora y honrada” y al que se le impuso el chapiri,
el gorro del legionario. Acompañado de su esposa Melanie Griffith, su hija
Stella del Carmen y miles de malagueños, el actor se sintió muy orgulloso de
tal honor. El acto fue retrasmitido por TVE2, TVE Internacional, la RAI
Italiana, la BBC inglesa y la CNN norteamericana, lo que supuso una noticia de
ámbito mundial.
Por
la noche tuve la oportunidad de acudir a la Alameda Principal, donde otro año
estuve sentado en una de las sillas del recorrido oficial, pero que en este
tuve que ver las procesiones de pie. Allí comenzaron las cofradías de la Santa
Cruz y la de la Sagrada Cena, a las que vi por TV; en directo pude apreciar la
de Viñeros, pero la gente quería ver la Cofradía de Mena, que procesionaba
junto a la Legión el Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Soledad.
Hubo una parada para tomar chocolate con churros en la cercana Casa Aranda,
aunque fueran ya las 22,30 horas. Le siguieron las cofradías de la
Misericordia, Zamarrilla y concluyó a la
1,30 de la madrugada con la bellísima Virgen de la Esperanza, imagen del
círculo de Pedro de Mena, del siglo XVII, con su precioso trono que portaban
más de 300 cofrades.