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martes, 15 de agosto de 2023

Mi primer gran viaje

 



 

            Hoy soy un consumado viajero, pues a lo largo de mis muchos años he pasado por unos 50 países, pero quiero recordar ahora en este mes de agosto mi primer gran viaje y uno de los últimos. El primero fue a Ceuta en agosto de 1971 y el segundo, en 2015, a la isla de Taiwán, invitado por el Ministerio de Turismo de aquel país, hoy tan en “moda” por una situación geopolítica con China, donde, Dios no lo quiera, pudiera comenzar una Tercera Guerra Mundial. Hablaré más del primero.

 

 

            El hijo del arquitecto que construyó el matadero de Brozas y amigo mío en el Instituto El Brocense de Cáceres, mientras estudiábamos los dos Preuniversitario, de nombre Joaquín, nos invitó a unos amigos de la residencia de estudiantes de la capital, que se hallaba en la calle José Antonio, a que viajáramos al chalet que tenían sus padres en Conil de la Frontera. Era el verano de 1971. Aún conservo entre mis objetos inútiles” un recuerdo de ello: El billete del viaje desde Ceuta a Algeciras, pero no adelantemos acontecimientos.

 

 

            Éramos cuatro los estudiantes que salimos de Cáceres. Lo hicimos por parejas en autostop hacia Cádiz. Yo iba con mi amigo Paco, un comerciante que vendía ropa en una tienda cercana a la plaza de San Juan. Éste y yo tuvimos suerte, pues un coche que circulaba por la Nacional 630 nos llevó hasta cerca de Cádiz y desde aquí hasta Conil de la Frontera en una segunda tirada.

 


 



            El padre de nuestro amigo Joaquín se asombró al vernos llegar y le dijimos que habíamos recibido una invitación de su hijo. (lo que le diría en privado no lo sé, pero seguro que algo bueno no fue). Nos fuimos a la preciosa playa de Conil, que fue el primer sitio donde yo vi el mar a los 18 años. ¡Precioso!... ¡Cuánta agua! Un pequeño recuerdo fue cuando al merendar compré un panecillo que me costó, 3 pesetas, cuando en mi pueblo no costaba más que una…Claro, estábamos en una zona turística. Lo sabré yo que viví muchos años (1976 a 1987) en la preciosa isla de Mallorca y lo que más caro había eran los alimentos.

 

 

Tuvimos que dormir en el suelo. Y le dijimos al padre de familia que al día siguiente esperábamos la llegada de otra pareja… así que esa noche la pasamos durmiendi en la playa, donde se acercó la Guardia Civil para interesarse porque cinco jóvenes estábamos durmiendo allí.

 




 

Como no podíamos estar en el chalet tanta gente se nos ocurrió ir a visitar la ciudad de Ceuta. El padre nos llevó en su gran coche hasta Algeciras y compramos el billete del transbordador de la Compañía Trasmediterránea. Estuvimos un día con su noche visitando esta ciudad española, ciudad que había sido anteriormente portuguesa. Visitamos el santuario de la Virgen de África, Patrona de la ciudad, imagen del siglo CV procedente del país luso, y recorrimos sus calles hasta llegar a una playa de guijarros, en lugar de la arena de Conil, donde pernoctamos.

 

 

Al día siguiente, 13 de agosto de 1971 salimos de vuelta para la Península, de ahí que conserve el billete número 719 de la Compañía Trasmediterránea, de segunda clase, que me costó 70 pesetas (unos 40 céntimos de euros del año 2023). En el trayecto los cinco jóvenes españoles de unos 18 años nos hicimos amigos de un joven marroquí de aproximadamente la misma edad y que hablaba muy buen español. Su afán era cogernos de las  manos, símbolo de amistad entre los árabes, pero que en España estaba muy mal visto que dos hombres se agarraran de la mano, como máximo, los jóvenes nos echábamos las manos encima de los hombros y así íbamos paseando los amigos, pero nunca agarrados de la mano, Tuvimos que decírselo y ya no nos cogió más veces.

 

El viaje terminaría en Cáceres, pero antes, hicimos noche en Sevilla, concretamente fuimos a dormir a los bancos del parque de María Luisa, pero algunos hombres mayores nos lo impidieron, porque comenzaban a acosarnos por ser jovencitos… Querían otra cosa, así que la noche la pasamos en los bancos de la estación del tren. Al amanecer aun nos sobraban 100 pesetas que nos la gastamos solo en churros, que fue nuestro único desayuno hasta llegar a la residencia de Cáceres, donde nos esperaba una desagradable sorpresa. Los compañeros que se habían quedado no fregaron nunca los platos ni los cubiertos y habían ensuciado todos los servicios que había para más de 35 personas. Tuvimos que dedicarnos a fregarlos. Así acabo en la capital cacereña esta aventura por Ceuta.





 

De Taiwán habrá otra singular crónica viajera. Solo recordar la vuelta, salimos de Taipei hasta Francfort del Maine, donde llegamos a las siete de la mañana, y decidimos visitar esta ciudad alemana, incluso parar en una plaza, pedir una cerveza y tomar como aperitivo un buen jamón extremeño que llevábamos al vacío, pero esa es… otra historia.

lunes, 7 de agosto de 2023

La importancia de llamarse Ernesto


  

            Estos días de verano, cuando no se puede aguantar el calor, he ido al teatro, concretamente al Teatro Lara, en plena Corredera Baja de San Pablo, para ver una obra de gran éxito. “La importancia de llamarse Ernesto”, del irlandés Óscar Wilde, autor también de la novela “El retrato de Dorian Gray”, un clásico de la literatura occidental por el deseo de la eterna juventud.

 




            El teatro Lara, fundado por el senador vitalicio Cándido Lara y Ortal (1839 – 1915), cuyo retrato cuelga en la entrada del edificio que se inauguró el 3 de septiembre de 1880, presidiendo el acto la Chata, la infanta Isabel de Borbón, muy popular en la sociedad madrileña de entonces.

 


            La versión y dirección de la obra, en su tercera temporada, es un trabajo de Ramón Paso, nieto del dramaturgo Alfonso Paso, donde hay una colaboración especial de su madre Paloma Paso Jardiel, nieta del escritor Enrique Jardiel Poncela, junto a los actores Ana Azorìn, Sergio Otegui, Inés Kerzan, Ángela Peirat, Jordi Millán y el que hace de cura Guillermo López - Acosta. La comedia muy divertida, con gran  papel de todos los actores, pero mucho más amena y dinámica en la segunda parte, donde se desvela el misterio de llamarse Ernesto.

 



            Yo conocía la obra aunque no la vi nunca representada. Y fui porque según me contó el maestro de la villa cacereña de Brozas, Claudio Porras Hernáiz, en su calle  de San Pedro, pasaba algunos veraneos la hija de Alfonso Paso, ya que la asistenta en Madrid era del pueblo y era tan buena persona que el padre dejaba que su hija Paloma, la protagonista de esta obra, fuera a pasar sus vacaciones a esta villa, que está declarada conjunto histórico artístico.

domingo, 6 de agosto de 2023

El Brujo, el Darío Fo español

 



 

            Estuve en la actuación de El Brujo en el Conventual de San Benito de Alcántara, donde acudieron más de 1.400 personas a su espectáculo en vivo, según me dijeron. Todo el teatro, incluidas las dos gradas, estaba a rebosar. La verdad es que El Brujo ha encandilado a las gentes de Alcántara y de otras partes de Extremadura y de España. Una pareja detrás de mí había llegado desde Madrid, y había comprado dulces típicos de la villa, que ella se los llevaba con orgullo y deleitación, y los dos de la izquierda vinieron él desde Sevilla y ella desde Alburquerque (Badajoz).

 


El director del festival , Francisco Palomino, dirige unas palabras al público


            Rafael Álvarez El Brujo ha actuado muchas veces en esta villa alcantarina. Sé que le gusta mucho (él mismo lo dijo), tanto que al final de la representación, unos fotógrafos profesionales hicieron fotos el actor acompañado de su músico, Javier Alejano, para demostrar que todo estaba repleto. ¡Tal fue su actuación! En cierta ocasión actuando dentro de la iglesia del conventual, se metió en público con mi madre. Le preguntó cómo venía tan tarde al teatro y ella, toda tímida le contestó: ¡Vengo de Brozas!. Ah. le respondió él.

 

            Y entremos de lleno ahora en la pieza de su representación. Fue una mezcla de recitado de los clásicos del Siglo de Oro español, con humor actual entrando en las actuaciones de toda nuestra clase política, incluido Perro Xánchez.

 

            Esta actuación de El Brujo me recordó, cuando vivía en Mallorca y hacia crítica teatral en el diario “Baleares” a una del Premio Nóbel de Literatura, el italiano Darío Fo, con su obra “Misterio Bufo”, que actuó en 1983 en la Sala Magna, a la que estuve invitado por el dueño del Auditorium, Rafael Ferragut. Una obra de la historia de un juglar medieval, Darío Fo, hablando con un solo micrófono con un alambre muy largo atado al cuello y un enorme escenario solo con telones negros, se “comió” a todo el público. 40 años más tarde la recuerdo como si fuera ayer, aunque fuera estrenada en 1969 en la Universidad de Milán.

 




Pues eso mismo, y aun mejor, hizo en Alcántara El Brujo con su obra “El viaje del monstruo fiero”, cuando él solito fue capaz de entretener al respetable durante cerca de dos horas.  Este viaje del monstruo es mi propio viaje a través de los escenarios donde todavía se celebran los vestigios de la gloria irrepetible del Siglo de Oro español. El público me hizo monstruo fiero por necesidad y así cumplí con mi parte de la herencia. Soy un bululú.. Esto dice de sí mismo Rafael Ávarez, quien comenzó hablando de otro monstruo de la escena, Fernando Fernán Gómez, en el día de su muerte y ante su catafalco en el Teatro Español, de Madrid, hablando incluso con humor de una cosa tan seria como la muerte.

 

Y siguió recitando, a su aire textos de Lope de Vega, de Santa Teresa de Jesús, Quevedo, Cervantes o Shakespeare…elevando la categoría humana de Julieta por encima de la de Romeo. Me hizo recordar en uno de mis viajes a Verona la casa de Julieta, con su balcón, reconvertido ahora en mito turístico. Francisco Gutiérrez Carbajo escribe de nuestro protagonista. El Brujo, el monstruo y enigma de la loa de Lope de Vega Este actor es el más claro representante del bululú, que cambiaba de registro, según los personajes que interpretaba y compara los monólogos de El Brujo con los de los actores italianos Vittorio Gasman y Darío Fo.  Para terminar, éste decía. “La improvisación es una ciencia que ni se improvisa”.


Un trailer de la obra:

https://www.weeky.es/agenda-pirata/rafael-alvarez-el-brujo-el-viaje-del-monstruo-fiero-fte-2023/#prettyPhoto




jueves, 3 de agosto de 2023

Una comida con Úrsula Andress

 



 

         Hoy, 2 de agosto de 2023, me ha recordado un reportaje de verano del diario ABC, dedicado a Úrsula Andress, la chica Bond que sale voluptuosa del mar de la playa en la película “Agente 007 contra el Dr. No”, el primer Bond del cine, con Sean Connery de protagonista.

 

            El título del reportaje del ABC que firma la periodista Lucía Cabanelas, es: Úrsula Andress, la chica Bond que salió del agua desde el corazón de Jamaica, a lo que hay que añadir el siguiente subtítulo: La actriz protagonizó, en la playa de Laughing Water, la icónica escena del primer filme de James Bond

            La periodista comienza su reportaje hablando de lo siguiente: Es el arquetipo de héroe británico y, sin embargo, nació en Jamaica. El padre de James Bond (Ian Fleming, periodista y escritor) en misión durante la Segunda Guerra Mundial, tenía que investigar la actividad de los submarinos alemanes en la zona, pero se enamoró de la isla caribeña.

 




            Y continúa el reportaje para hablar cómo se rodó esa película en la que una exuberante Úrsula Andress salía como la diosa griega Afrodita (la Venus romana, la diosa del amor) surgía de las aguas del mar, allá por los años 60, por la que cobró unos 5.000 euros al cambio de la moneda actual. Fue tal su fama que en poco años su trabajo se elevaba a 200.000 euros de los años 70 por película.

 

            En la década de los 80 fundé con otros dos periodistas (Pedro Prieto y el fotógrafo Sergio Rodrigo de la Mata) una agencia de prensa llamada “Mallorca Press” y enviábamos entrevistas y reportajes de las personalidades mundiales que pasaban por la isla balear. Una de ellas fue Úrsula Andress a la que invitamos al restaurante de un amigo, en pleno Paseo de Mallorca, deseoso de conocer celebridades

 




            Una tarde invitamos a almorzar a Úrsula y le hicimos una serie de fotografías para una entrevista. Le encantó el almuerzo a base de mariscos. En la foto se ve a una Úrsula en su máximo esplendor, con un joven servidor, con barba, y en el centro al fotógrafo Sergio Rodrigo, quien ha muerto hace poco y me envió, poco antes, esta foto que guardo con sumo recuerdo hacia su persona y a la de la artista de cine.

miércoles, 2 de agosto de 2023

El Ratoncito Pérez

 

El Ratoncito Pérez
 

            En España existe una leyenda por la cual cuando a un niño o a una niña se le cae un diente de leche, ha de guardarlo y ponerlo debajo de la almohada de su camita. A la mañana siguiente, mientras dormía, llegaba el ratoncito Pérez y le cambiaba su diente por un regalito o una moneda. Es tan famoso esto que todos los niños de España conocen al ratoncito Pérez y hasta tiene su propio museo a escasos metros de la Puerta del Sol, de Madrid, donde está el kilómetro cero de las carreteras de España.

 




            Pero esto con ser una leyenda tiene visos de realidad, ya que el escritor Luis Coloma, después convertido en un padre jesuita, escribió este cuento para el príncipe Alfonso, que después reinaría con el nombre de Alfonso XIII, bisabuelo del actual monarca de España, Felipe VI. Lo escribió para el principito a quien su madre la reina regente María Cristina, le llamaba afectuosamente Buby

 

            En el museo hay una placa que dice: El padre Coloma fundió en su obra dos personajes de ficción: Uno procedente de la tradición popular, el ratón Pérez, y otro que recrea en Buby al rey niño huérfano de su padre, el rey Alfonso XII.

 

            El manuscrito original se conserva en la biblioteca del Palacio Real y en él se describe al ratoncito Pérez como: un ratón muy señor con sombrero de paja, lentes dorados y cartera de cuero rojo terciada…

 




            La familia del ratón Pérez vivía en una caja de galletas de la antigua confitería Prast, en el mismo edificio donde ahora está el museo que es visitado cada día por cientos de niños acompañados de sus papás.

 

            El padre Coloma fue un escritor y académico de la Real Academia Española de la Lengua y consejero espiritual de la Corona. Publicó su cuento en 1902 con tan gran éxito que fue traducido al inglés en 1915 con el título de “Pérez, the mouse” y al japonés en 1953, con el de “Horoma Simpu”.





Si quiere ver el reportaje completo editado en una televisión digital desde Nueva York, dentro del programa "En Directo", picar este enlace: 


https://youtu.be/ccQJoV6HB6w