Lo que ha ocurrido en Beirut,
capital del Líbano, es una verdadera desgracia. Cientos de muertos y miles de
heridos por una deflagración en el puerto. Mi amigo militar, Juan Pons. me hace
llegar una crónica suya en la que coloca una fotografía tomada por el satélite
de Emiratos Árabes, antes y después de la explosión. El satélite, sobrevolando
a 613 kilómetros de altitud toma 14 fotografías del lugar cada 24 horas y eso
sirve para que las autoridades el país tomen las decisiones más acertadas tras la
ruina de miles de viviendas cercanas al puerto.
Lo primero que he hecho ha sido
ponerme en contacto con varios amigos que dejé allí, tras mi única visita a
este histórico país, que concentra a 19 religiones distintas, siendo la del
jefe del Estado cristiano maronita y la del presidente del Gobierno musulmana.
Precisamente por esto, tuve el gusto de conocer al máximo representante de los católicos
maronitas, Nasrallah Boutros Sfei, con
el que me fotografié, fallecido recientemente, junto a mi amiga libanesa Amale Ghorra, a quien la introduje,
primero en APETEX y después en FEPET, la asociación extremeña y la federación
española de los periodistas de turismo. También estuve con la señora Bahía Hariri, hermana del entonces
presidente del Gobierno, muerto en un atentado.
Aún recuerdo que desde mi habitación
del hotel se veían los tiros en la fachada de enfrente de la reciente guerra civil
(1975 – 1990), aunque la visita yo la realicé a finales de 1999 con motivo de
un congreso de prensa turística, visitando, además de Beirut, Sidón, Tiro, el
Valle de la Bekaa y al patriarca cristiano maronita en Nuestra Señora de
Harissa
Pasé por el puerto y el precioso
paseo marítimo, al que aquí llaman “La Corniche”, y desde la que hay una
preciosa vista sobre el “Arco de las Palomas. Aquella noche fui entrevistado en
el Rock Café por la televisión libanesa en mi francés de “Ejtremaura” natal.
También fue la primera vez que agarré y conduje un coche automático y queriendo
meter una marcha por poco nos la pegamos, en una plaza, con otro que venía en
dirección contraria. Aún más difícil fue años más tarde en Chipre que me
facilitaron otro automático para recorrer toda la isla, pero conduciendo por la
izquierda, y el volante a la derecha… Una aventura chipriota, pero esto es…
otra historia.
Con el organizador del congreso, el
periodista Geoge Kahy, director de
la revista “Touristica”, nos llevó por todo su lindo país, aunque actualmente
reside en Canadá. Fuimos a Trípoli, Byblos, Sidón y, más al sur, Tiro, sin
olvidarnos del precioso Valle de la Bekaa, donde un enólogo madrileño, de nombre
Gabriel Rivero, nos llevó a ver las
viñas que el llevaba como encargado en ese popular y rico valle.
También visité, al sur, las cuevas
de Caná, que los libaneses dicen que son las auténticas donde Jesucristo
convirtió el agua en vino. El Papa cuando visitó la Tierra Santa del Líbano no
se manifestó…Es una gruta (Qana Holy Grotto) que tiene poco que ver, al menos
cuando me acerqué hace unos 20 años, con lo que pudiera ser un lugar ahora una
boda hace 2.000 años. No conozco Israel, a los que los libaneses del sur, en Tiro,
me dijeron que desde aquí se ve – y es verdad- para ellos Palestina.
Ver
artículo sobre la muerte del cardenal maronita:
https://pacorivero.blogspot.com/2019/05/muere-el-cardenal-maronita-del-libano.html