Desde el día 29 de octubre de 2019,
tengo el honor de ser miembro de número de la Academia Extremeña de
Gastronomía, que preside Francisco Sauco Sánchez-Casas, persona que ha sabido
poner en la sociedad la importancia y calidad de los productos alimentarios y
con ello la gastronomía de mi tierra.
Todo empezó en el hotel Barceló V
Centenario, hotel que he tenido el gusto de cerrar hace muchos años con motivo de
celebrarse la asamblea anual del Rotary Club de España que me llevé a Cáceres, cuando
llevaba su dirección de comunicación, en tiempos del alcalde José María Saponi.
En la tarde del día 29, la Academia Extremeña de Gastronomía entregó sus
reconocidos premios, en su segunda edición. La primera tuvo lugar el año pasado
en las Casas Consistoriales de la Plaza Alta de Badajoz.
El acto, al que acudió numeroso público,
estuvo presidido por el jefe del gobierno autonómico, Guillermo Fernández Vara,
al que acompañaban en la tribuna el alcalde de la ciudad, Luis Salaya, y el
presidente de la Academia Extremeña de Gastronomía, Francisco Sauco. Presentó
con mucho humor, el acto el académico y crítico gastronómico Fernando Valbuena.
Lo primero que se hizo fue entregar los
Premios de la Academia Extremeña de gastronomía al restaurante de Badajoz Marichivirito;
al Pimentón de la Vera, como producto extremeño; a la profesional Alba Serba,
como jefa de sala del restaurante Atrio; al Salón del Jamón de Jerez de los
Caballeros y el Premio especial a la Innovación Tecnológica recayó en la “Nariz
Electrónica”, desarrollada por la Escuela de Ingenierías Industriales de la
Universidad de Extremadura.
Tras la entrega de los premios se
impuso la cadena-medallón de la Academia Extremeña de Gastronomía a su presidente,
Francisco Sauco Sánchez-Casas; por parte de los dos vicepresidentes – Jorge Gruart
Vila y Evaristo Ramos Ojalvo- y posteriormente estos tres se la impusieron, de
tres en tres, a los académicos asistentes al acto. Tuve el gran honor de estar
sentado junto a dos grandes amigos y amantes de la buena mesa como María Isabel
Mijares, la gran dama del, vino, y Santos Benítez Floriano, cronista oficial de
la ciudad de Cáceres.
Durante su discurso, el presidente
de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, habló de la importancia que
tiene la gastronomía extremeña para la creación de riqueza en la región por la
valía de los productos agroalimentarios y por el valor del turismo en la
creación de puestos de trabajo. El turismo aporta a Extremadura un 8% de su
producto interior bruto y según los estudiosos, ya con el 2 % se está creando
riqueza como son los 30.000 puestos de trabajo que están empleados en el turismo
y la hostelería de la región extremeña.
Posteriormente hubo un excelente cóctel,
muy bien organizado por el director del hotel, Guillermo Antón Quiza, de origen
vasco, pero ya muy extremeño, a base de productos de la tierra (con algún toque
japonés) y con vinos de la marca “Encina Blanca”, propiedad de mi tocayo de
apellido y compañero académico José Rivero Sudón, de Alburquerque. http://encinablancadealburquerque.es/