Al
viajero le ha salido la vena ecológica, así que se fue al centro de la ciudad
para pasear por el Jardín de la Gruta de Luis de Camoens, el hombre de las
letras portuguesas, al que se le ha dedicado todo un jardín, pues vivió en
Macao durante dos años.
Allí,
un grupo de mujeres se dedica a hacer Taichí con una música dulzona que sale de
un aparato. Hoy hay poca gente porque esta lloviznando pero las más atrevidas
salen de sus casas para hacer este ejercicio de taichí, tan oriental y tan
atractivo para la sociedad occidental. Un poco más allá un grupo de vejetes
jubilados juegan con unas pequeñísimas cartas rectangulares con dinero. Les hago
una foto y sigo el camino.
A
la salida del jardín a mano derecha se ve una Casa Jardín que se ha convertido
en el Centro Histórico de Macao, un precioso edificio de finales del siglo
XVIII, propiedad del comerciante portugués Manuel Pereira, que con el tiempo
fue de la Compañía Británica de Indias. Pared por pared está el Cementerio
Protestante, Ya nadie se entierra allí ahora, pero es curioso visitarlo y saber
que allí reposan las cenizas del abuelo de Whiston Churchill el que fuera primer
ministro británico.
Mañana histórica, tarde de juego
Mientras
la mañana el cronista la dedicó a la parte histórica y monumental de la ciudad,
la tarde lo hizo con algo tan moderno como la gran megalópolis que hoy es Macao,
la sede mundial del juego, habiendo superado con mucho a Las Vegas americanas. Aquí
tiene un amplio complejo de juegos y hoteles de lujo el magnate norteamericano
Sheldon Adelson, aquel que deseaba implantar algo similar en la Comunidad de
Madrid; hoy es el tercer hombre más rico de los Estados Unidos y el décimo
cuarto del mundo.
Hubo
una visita al complejo Venecia, con hotel de miles de plazas y casino – faltaría
más- en el que hay un cielo azul radiante, totalmente artificial, pero que hace
que miles de personas puedan pasar jornadas enteras bajo ese cielo. Incluso hay
góndolas que cruzan un canal veneciano con gondoleros que son cantantes profesionales,
de diversas nacionalidades desde Ucrania a México.
En
otro complejo, el resort Galaxy de 1.500 habitaciones, incluidas 150 suites y
casino, tiene dos características, una playa urbana con olas y arena, y un auditórium
para espectáculos que lleva estos días por título “Viva La Broadway”. Otros
hoteles de la empresa Sheldon de gran lujo y máxima categoría conforman el
complejo en la cercana isla de Taipa. Por Macao pasan actualmente tantos viajeros
que, según las estadísticas, para una población de 650.000 personas, hay 30
millones de pernoctaciones. El juego es todo un éxito para la economía macaense.
La
cena también tuvo rasgos lusos. En esta ocasión fue en el restaurante Miramar,
en la isla siguiente en la de Coloane, en la zona norte de la playa de Hac Sa.
A recomendar la carne y el buen vino joven de “albarinho” portugués, de la
marca “Soalheiro”. Muy bueno. www.miramar.com.mo