El
cronista ha visitado como unas diez veces el país del Nilo. Ahora le toca ser
espectador de la obra de Agatha Christie, en versión teatral “Muerte en el Nilo”, que echan desde el
pasado 16 de enero en el Teatro Amaya del Paseo General Martínez Campos, 9, de
Madrid. Antes de continuar: Merece la pena ver esta obra teatral. www.teatroamaya.com
La
primera noticia del estreno la tengo a través de mi amigo Hamdi Zaki, representante
oficioso del turismo de Egipto en España, especialmente desde que cerrara la
oficina turística, aunque durante muchísimos años fuera el representante oficial,
con el que coincido el mismo día, por la mañana, de la gala para los invitados
especiales, entre ellos el embajador del país árabe y de un numeroso grupo de
personalidades del teatro español. Por la mañana, los actores realizaron
algunas escenas para los fotógrafos de prensa y para las cámaras de televisión.
Yo hice unas fotos para este artículo. Por la tarde me acerqué a ver la obra.
La
adaptación y dirección de la obra corren a cargo de Víctor Conde, uno de los
directores teatrales más reputados en la España actual, pues es premio Max de
Teatro y dirigió “Los Miserables”, con actores importantes como Pablo Puyol, en
el papel de monseieur Hércules Poirot, el famoso detective belga, que no francés;
Adriana Torrebejano, o Ana Rujas. La puesta en escena es curiosa y moderna.
Intenta contar la escena a través de ciertos “flashbacks” o retorno al pasado,
más la interpretación de un pianista y una cantante que tienen su papel también
en la obra. E diciembre se estrenó en el Auditorium de Palma de Mallorca, del
que yo conservo gratísimos recuerdos como periodista por la enorme cantidad de grandes
espectáculos de ámbito internacional de los que he disfrutado allí. Me vienen a
la memoria un llenazo con Kabir Bedi, el famoso pirata Sandokán, con gritos de “Sandokán quiero un hijo tuyo”, o el
mimo inglés Lindsay Kemp, al que entrevisté durante una mañana, o el director
de teatro polaco, sin olvidarse de los grandes hombres del espectáculo español,
como el maestro Federico Moreno Torroba, autor de la zarzuela “Luisa Fernanda”
quien me confesó una tarde, tomando yun café en las cercanía del Auditorio, que
había vivido un tiempo en Zarza la Mayor (Cáceres), mi comarca extremeña, como
administrador de una mina. Allí surgió aquel personaje extremeño de Vidal
Moreno que pretendía a Luisa Fernanda y al que le prometía ser dueña de su
finca extremeña
Y
en esta preciosa isla, donde viví doce años, hay una preciosa anécdota sobre “Muerte
en el Nilo. Me la contó personalmente el protagonista, un hotelero, de nombre
Antonio (no recuerdo ahora mismo su apellido) que era propietario de un hotel
en la Playa de Palma donde se fundamos la Asociación Balear de Periodistas y
Escritores de Turismo y miembro del comité directivo del Fomento del Turismo de
Mallorca, fundado en 1905. Se trataba de que en un avión de la compañía aérea
British Airways venía el turista un millón a Mallorca. Las autoridades le habían
preparado una fiesta que aun desconocía el afortunado. Bailes folklóricos
mallorquines, ensaimadas de regalo, las autoridades espetándole, vacaciones
gratis. Por radio le dicen al comandante que allí llegaba el turista un millón.
Como no sabían quién podría ser, le ruegan al piloto que se dé un paseo por la
aeronave. Recorre el pasillo y elige a una joven guapa acompañado de un esbelto
hombre su reciente marido, pues durante muchos años a la isla balear se la conocía
como “la isla de la luna de miel”. Sale la pareja por las escalerillas del avión
y la recibe mi amigo Antonio. Antes se interpone una viejecita que toda
entusiasmada le dice en un perfecto inglés. ¡Qué bien, qué bien, cuanto me
quiere Mallorca!” y Antonio le responde: “Disculpe, señora, esto no es para usted,
sino para esta señorita que es la turista numero un millón de Mallorca”. “¡Qué
pena, responde la británica, yo creí que Mallorca quería mucho más a Agatha
Christie!”. Real como la vida misma.
Esto
tuvo su historia cuando el entonces ministro de Turismo, Manuel Fraga Iribarne,
se enteró de todo, con el consiguiente cabreo. ¡Lo que hubiera supuesto que la
turista un millón de Mallorca hubiera sido Agatha Christie!. Pero no se debió
molestar mucho la novelista, porque, posteriormente escribió un libro de los
suyos, titulado “Problema en Pollensa”
y con el tiempo el actor que interpretó “Muerte
en el Nilo”, Hércules Poirot, perdón Peter Ustinov, protagonizó, en 1982, mientras
yo seguía residiendo en la isla, la película “Muerte al Sol”, con Jane Birkin, bajo la dirección de Guy
Hamilton.
Acabo
de ver, una vez más, la película “Muerte en el Nilo” y he recordado que muchos
de los lugares que se ven en el filme los recorrí el año pasado durante mi última
estancia en ese país, como degustar una buena cerveza fría en el “Hotel
Cataract” donde se dice que está la habitación de la escritora británica donde
trabajo en esta singular obra. Y ahora para terminar, no quiero destripar nada,
si quieren vean una excelente adaptación de la obra de Agatha Christie. ¡Hagánme
el favor de ver la obra en el Teatro Amaya. Las entradas, me dice el director
del centro teatral, David Blanco las pueden comprar, además de en las
taquillas, en cualquier centro de El Corte Inglés.
Una
última sugerencia: Vayan a Egipto, la cuna de nuestra civilización. La empresa
Corporate Grande Tours” promueve esta obra teatral. Más información en www.congrantours.com