29- 30 de octubre de 2008
Otra vez me encuentro en esta bella ciudad mediterránea, tres veces en menos de un año. Sin duda, tiene una atracción para mí. Dos por la feria de turismo de Philoxenia y otra para conocerla desde los Pasos de San Pablo, al celebrarse este año el bimilenario del nacimiento del apóstol.
Hoy he perdido el autobús que salía del hotel hacia la ciudad para realizar el city tour (¡¡vaya palabreja!!). Lo suyo seria visita turística de la ciudad. Bien, pues como decía perdí el autobús donde iban mis compañeros de prensa y tuve que tomar el que salía del Grand Hotel Palace hacia el centro. Quiero reseñar aquí y ahora la página de este magnifico establecimiento hotelero, debido a los buenos servicios que ofrece: www.grandhotelpalace.gr
Ha sido un paseo de viajero más que de turista. La primera visita fue a un baño turco del siglo XV; en él estaba un colegio de niños pequeños que realizaban dibujos de una magnífica exposición de joyas modernas. El edificio, que necesita una amplia restauración, es un bellísimo baño que bien merece ser cuidado y enseñado al público con orgullo pero también con pasión. Aún se conservan los elementos artísticos de la arquitectura turca. ¡Una maravilla!
El segundo paso fue ver el ágora, abierta al público solo en parte. En este ágora fue donde predicó la Buena Nueva de Cristo el apóstol San Pablo. Se puede ver la calle antigua del lugar llena de tiendas de comercio y también el pequeño anfiteatro del ágora donde Pablo predicó a los gentiles.
Un cuarto paso lo di cuando visité con delicadeza la basílica de San Demetrio, donde hombres y mujeres, mayores y jóvenes, reverencian con devoción el cuerpo del santo patrón de la ciudad, cuya fiesta se celebra el 26 de octubre y que, colocado sobre el altar mayor, en ocasiones exhala un aroma precioso y especial. En la foto, una joven hace reverencia a la tumba de San Demetrio.
Y ya el quinto paso artístico de Tesalónica fue visitar Agia Sofía, cuyo templo es el más antiguo de la ciudad, pero en esta ocasión estaba cerrado. Conocí el año pasado por dentro Agia Sofía. Puedo asegurar que es una belleza. Y en esta ocasión lo cambié por la subida a pie de la Torre Blanca, el verdadero símbolo de la ciudad. La torre ha sido abierta al público recientemente y es uno de los monumentos más visitados. En su interior hay una magnifica exposición de la ciudad a través de los tiempos. Hágame caso, visite este edificio al mismo borde del mar. Me lo agradecerá.
Para terminar la jornada viajera fui a comer al restaurante Hamodrakas, que es una vieja taberna de más de 80 años y que ofrece típica comida griega del mar. Su ensalada de granadas, su arroz ¡¡buenísimo!! y su típico plato de pescado kalkani. Excelente. No me diga qué pescado es un kalkani, pero ya les doy mi recomendación para que lo prueben. Ha tenido tanto éxito que uno de sus clientes fue el presidente ruso Putin en su visita a Tesalónica siendo agasajado por el joven dueño. www.hamodrakas.gr . El resto, la feria, el discurso del ministro de Turismo y otros temas, también interesantes, para otra ocasión.
Otra vez me encuentro en esta bella ciudad mediterránea, tres veces en menos de un año. Sin duda, tiene una atracción para mí. Dos por la feria de turismo de Philoxenia y otra para conocerla desde los Pasos de San Pablo, al celebrarse este año el bimilenario del nacimiento del apóstol.
Hoy he perdido el autobús que salía del hotel hacia la ciudad para realizar el city tour (¡¡vaya palabreja!!). Lo suyo seria visita turística de la ciudad. Bien, pues como decía perdí el autobús donde iban mis compañeros de prensa y tuve que tomar el que salía del Grand Hotel Palace hacia el centro. Quiero reseñar aquí y ahora la página de este magnifico establecimiento hotelero, debido a los buenos servicios que ofrece: www.grandhotelpalace.gr
Ha sido un paseo de viajero más que de turista. La primera visita fue a un baño turco del siglo XV; en él estaba un colegio de niños pequeños que realizaban dibujos de una magnífica exposición de joyas modernas. El edificio, que necesita una amplia restauración, es un bellísimo baño que bien merece ser cuidado y enseñado al público con orgullo pero también con pasión. Aún se conservan los elementos artísticos de la arquitectura turca. ¡Una maravilla!
El segundo paso fue ver el ágora, abierta al público solo en parte. En este ágora fue donde predicó la Buena Nueva de Cristo el apóstol San Pablo. Se puede ver la calle antigua del lugar llena de tiendas de comercio y también el pequeño anfiteatro del ágora donde Pablo predicó a los gentiles.
Un cuarto paso lo di cuando visité con delicadeza la basílica de San Demetrio, donde hombres y mujeres, mayores y jóvenes, reverencian con devoción el cuerpo del santo patrón de la ciudad, cuya fiesta se celebra el 26 de octubre y que, colocado sobre el altar mayor, en ocasiones exhala un aroma precioso y especial. En la foto, una joven hace reverencia a la tumba de San Demetrio.
Y ya el quinto paso artístico de Tesalónica fue visitar Agia Sofía, cuyo templo es el más antiguo de la ciudad, pero en esta ocasión estaba cerrado. Conocí el año pasado por dentro Agia Sofía. Puedo asegurar que es una belleza. Y en esta ocasión lo cambié por la subida a pie de la Torre Blanca, el verdadero símbolo de la ciudad. La torre ha sido abierta al público recientemente y es uno de los monumentos más visitados. En su interior hay una magnifica exposición de la ciudad a través de los tiempos. Hágame caso, visite este edificio al mismo borde del mar. Me lo agradecerá.
Para terminar la jornada viajera fui a comer al restaurante Hamodrakas, que es una vieja taberna de más de 80 años y que ofrece típica comida griega del mar. Su ensalada de granadas, su arroz ¡¡buenísimo!! y su típico plato de pescado kalkani. Excelente. No me diga qué pescado es un kalkani, pero ya les doy mi recomendación para que lo prueben. Ha tenido tanto éxito que uno de sus clientes fue el presidente ruso Putin en su visita a Tesalónica siendo agasajado por el joven dueño. www.hamodrakas.gr . El resto, la feria, el discurso del ministro de Turismo y otros temas, también interesantes, para otra ocasión.