Desde hace años, uno pertenece a un singular
club en Madrid, Amigos de la Boina, en el que cabemos todos que quieran aportar
su amistad a los demás. Tuve la suerte de que me impusieran la boina la misma
noche en la terna que lo hacían al embajador de Estados Unidos y al
torero El Juli. Hay numerosos boineros de lo más singular de la actual sociedad
española: Me vienen a la memoria el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco
Varela; el ciclista Federico Martín Bahamontes, o el cantautor y político José
Antonio Labordeta.
Pues bien hoy ha habido otro encuentro
de boineros en el restaurante gallego
Espazo Enxebre Moaña, cercano a la Puerta del Sol. Allí nos hemos encontrado
varios amigos entre ellos mi profesor de periodismo, el extremeño y cronista de
Madrid, Enrique de Aguinaga; el también extremeño y director de la Sección de
Fotografía de la Agencia EFE, Diego Caballo; Manuel Hernández de León, también
de EFE y al que conocí en mi etapa mallorquina, un fotógrafo que hizo un papel
en la historia de España, el 23 EFE retratando a Tejero y su asalto al
Congreso.
Sentado a mi lado, Manolo Royo, un
profesional del humor que estos días presenta, de jueves a domingo, su último
trabajo en el Teatro Arenal, en la calle Mayor de Madrid. Viene de representarlo
en su tierra con motivo de las Fiestas del Pilar, con llenos diarios. La representación
se titula “Destornillante”, donde realiza un soliloquio a base de reflexiones en
voz alta y a solas con el público; eso es lo que dice Alfredo Amestoy, el anterior
presidente de la Boina.
Manolo está con la crisis y ha puesto
un precio muy económico para ir a verle en su nuevo espectáculo. Más información
en www.manolo-royo.com . Yo no he ido
a su espectáculo aún, pero prometo acudir y contarlo después. ¡Seguro que me lo
pasaré muy bien!