Ayer coincidí con el embajador de Taiwán en España, Simón Shen Yeaw Ko, y estuvimos hablando de su lindo país, que tengo el gusto de conocer tras un viaje realizado en agosto de hace dos años, un país exótico y lejano de España, pero con vínculos históricos en el siglo XVI.
Taiwán llega a la Feria Internacional de Turismo de
Madrid FITUR 2018 (del 17 al 21 de enero) ofreciéndose al turista español un
año más como “el corazón de Asia” y
tratando de cautivarle con atractivos como su belleza natural, su riqueza
gastronómica y sus tesoros culturales, así como con la hospitalidad de sus
gentes y con un pasado histórico que le une de manera especial y sorprendente,
a pesar de la lejanía geográfica, con España.
“El
corazón de Asia” vuelve a ser el lema elegido por Taiwán para
promocionar su oferta turística en FITUR, un concepto que trata de reflejar no
solo la amabilidad, la hospitalidad y el cariño con los que Taiwán ofrece al
mundo sus atractivos, sino también su carácter dinámico e innovador que le
hacen ser destino líder en turismo de negocios.
En el stand de Taiwán en
FITUR 2018 (6C23) estarán presentes como coexpositores la principal línea aérea
de Taiwán, China Airlines, y la
agencia de viajes Viajes Gran China. Durante
los cinco días de duración de la feria se ofrecerán actividades dirigidas al
sector de turismo y al público asistente, como demostraciones de caligrafía y degustación
de productos locales.
Desde el año 2016, y gracias
a un acuerdo entre la aerolínea taiwanesa China Airlines y Air Europa, el
viajero español puede optar para viajar a Taiwán por un mecanismo de código
compartido que permite la utilización de billete único y facturación única con
cambio de vuelo vía Amsterdam o Frankfurt.
Como consecuencia del creciente
interés de Taiwán por promover el turismo procedente de Europa, de enero a
noviembre de 2017 un total de 304.471 ciudadanos europeos viajaron a la isla
asiática, de los cuales 10.557 fueron españoles. Pero es que Taiwán quiere
también dar a conocer de manera especial al turista español los vínculos que
unen a dos países geográficamente tan alejados, pero con un sorprendente y
desconocido pasado histórico que los une.
ESPAÑA EN TAIWÁN
Los marineros portugueses fueron
quienes dieron a Taiwán el nombre de “Formosa” o “isla hermosa” en el siglo
XVI, pero fueron holandeses y españoles quienes se establecieron allí durante
el siglo XVII. De la presencia de estos últimos queda testimonio en monumentos
y nombres geográficos del norte de Taiwán, como los fuertes de San Salvador y
Santo Domingo, así como el cabo llamado Sandiajiao, transliteración al chino de
“Cabo Santiago”.
Además, recientes
excavaciones arqueológicas han permitido el descubrimiento de importantes
asentamientos españoles - una iglesia y un cementerio - que hacen pensar a los
investigadores que la presencia española en Taiwán tuvo carácter permanente y
que dejó fuerte huella, sobre todo en lo que respecta a la labor evangelizadora
de la orden religiosa de los Dominicos.
Ya no solo para los
españoles, sino para todo turista que llegue a la isla, sus peculiaridades y
características la convierten un destino turístico tentador para el viajero.
Sin duda, la abundancia y gran variedad gastronómica es uno de los puntos
fuertes de Taiwán, que presume del cada vez más creciente atractivo que suponen
sus numerosos mercados nocturnos (uno de ellos en la foto), que en los últimos años se han convertido,
según las encuestas, en el destino favorito para los turistas extranjeros que
visitan la isla.
Gracias a su esmerado
cuidado por el medio ambiente y a sus recursos naturales, Taiwán destaca por la
riqueza y variedad de sus aguas termales, al mismo tiempo que proporciona una
gran oferta de actividades para el equilibrio de la mente, el cuerpo y el alma,
tales como el tai-chi, la meditación, el yoga o los tratamientos en spa. Un
añadido más es la posibilidad de practicar deportes respetuosos con el entorno,
y son cada vez más apreciadas las rutas ciclistas que recorren los rincones más
bellos y espectaculares de la isla.
La naturaleza de Taiwán
posee como características más definitorias la abundancia de terrenos
montañosos, con 272 picos que superan los 3.000 metros por encima del nivel del
mar, una fauna y una flora únicas en el mundo y la existencia de espectaculares
accidentes geográficos que hacen que la isla pueda presumir de contar nada
menos que con ocho parques nacionales y de haber sido considerada como meca de
los alpinistas.
Pensando en otro tipo de
viajero, Taiwán es conocido en muchos lugares del mundo por ser un auténtico
paraíso para las compras. En sus tiendas y mercados se pueden encontrar desde
productos de lujo y la moda más reciente hasta artículos que combinan diseños
locales y elementos tradicionales, productos culturales y creativos y, por
supuesto, aparatos electrónicos de todo tipo, precio y aplicación.
Pese a toda esta vorágine
comercial, en Taiwán siempre queda también tiempo para el romanticismo. Su
majestuoso Lago del Sol y la Luna, situado en el centro de la isla, es el
destino por excelencia para parejas de enamorados. Una oferta que se
complementa con espectaculares amaneceres, puestas de sol y visas nocturnas
repartidas por todo Taiwán y una red de ferrocarriles que ofrece románticos y
encantadores viajes en tren a través de maravillosas montañas e idílicos
campos.
La diversidad cultural de
Taiwán ha sido siempre y sigue siendo hoy otro de sus principales atractivos, y
otorga un sabor único y diverso a la mayor parte de sus ciudades, repletas de
templos, antiguos distritos comerciales y escenarios artísticos de gran
vitalidad y dinamismo. De entre sus atractivos sobresale el Museo Nacional del
Palacio en Taipei, calificado como la mayor y mejor colección de artes
milenarias chinas del mundo y el edificio Taipéi 101, que durante varios años fue el más alto del mundo, con sus 508 metros de altura (en la foto), además de un excitante calendario cultural que recoge todo
tipo de festividades, desde las típicas celebraciones del Año Nuevo Lunar hasta
los genuinos festivales tradicionales de las tribus aborígenes o rituales
religiosos.
A la muy popular festividad
del año nuevo, que este año da la bienvenida al perro como animal de zodiaco
que rige los destinos de las personas, le sigue el llamativo y espectacular Festival
de los Faroles, otro de los eventos que más turistas atraen a Taiwán durante el
año.
Con datos que sitúan al país
como 17º socio comercial mundial, 15º en el ranking de competitividad mundial,
11º en el índice de libertad económica, 5º país mundo en reservas de divisas y
número uno en el índice mundial de datos abiertos, Taiwán se ha convertido, con
su continuo desarrollo y prosperidad económica, política y social, en uno de
los destinos más apreciados por el turismo de negocios y en puerta de entrada
para el mercado asiático.