Son las 15,20 horas en el aeropuerto de Miami (Maiami, dicen por aquí en inglés, incluso los hispanos). Estoy camino de la feria de turismo de Ecuador, en Guayaquil, FITE.
El largo viaje de nueve horas me ha deparado un compañero de asiento que es un gran conversador. Se trata del médico cardiólogo y hombre de la cultura, el uruguayo Roberto Estévez, quien me dijo que había escrito un libro titulado “Un médico examina los milagros de Jesús”. Doy aquí su Web por si alguien desea consultar un amplio resumen: www.miraclesofjesusbook.com editado por el Centro de Literatura Cristiana.
Roberto es un uruguayo, de nacionalidad norteamericana pero cuyos ascendientes son de Galicia y de Cádiz. Estaba leyendo la última edición, la decimotercera de la Historia de España, de Ricardo de la Cierva, un enorme tomo de más de 1.100 páginas que llega a recoger hasta las recientes elecciones, las segunda que gana Rodríguez Zapatero. Mi compañero de asiento se declara protestante y republicando, un hombre convencido de la importancia de estos dos elementos en su propia vida y en la vida de cualquier estadounidense, pese a comprender a los “herejes” católicos con simpatía.
Sentado en un asiento cualquiera del anodino aeropuerto de Maiami, como le dicen por aquí, (yo creo que los españoles y los hispanos deben decirle Miami, pues esta palabra india la sacaron al mundo los conquistadores españoles de estas tierras, allá por el siglo XVI). Escribo estas líneas para compensar el tedio de estar esperando dos largas horas mi vuelo a Guayaquil. Creo que en esta ciudad ecuatoriana estaré como en casa.