He llegado a mi casa después de una jornada de trabajo pasadas las nueve de la noche. Hoy es el 9 del 9 del 9, una fecha imborrable en las vidas de muchas personas, pero no para mí. Ha sido una jornada normal en la que no han ocurrido grandes cosas, He repasado unos 10 periódicos, he redactado una noticia sobre la firma mañana día 10 de la promoción turística de Santa Pola (Alicante) y poco más. Bueno me han confirmado que el día 16 por la noche sale mi vuelo para Guayaquil y recorrer posteriormente pasada la feria de turismo de Ecuador, Quito, considerada Patrimonio Mundial de
Cosa distinta para mí fue el 7 del 7 del 7. Ese día entraba yo ilusionado al servicio militar en
No hace muchos días, tras dar mi pregón de las fiestas de Deleitosa, me reconoció allí uno de mis colegas del CIR, Fermín Trujilllo Nieto. Una verdadera alegría que surgió un 7 del 7 del 7
Leo un día más tarde en el diario "El País" que un loco boliviano se dedicó a secuestrar un avión de Aeroméxico porque quería avisar al presidente Calderón de una gran catástrofe para su país. se trataba de un pdicador, que tenía ya problemas con las drogas y el alcohol. Cuando fue arrestado, dijo a la policía que el 9 del 9 del 9 era el 666, el número del diablo, al revés. ¡Pues estamos buenos!
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