Frank Bausback, jefe de prensa de la Oficina Alemana de Turismo en España, al que acompañaba mi amigo Miguel Montes, secretario de la Federación Española de Periodistas de Turismo, y director del Centro de Documentación Turística, me han invitado a conocer el turismo alemán, pues se acaba de presentar hoy mismo en el Florida Park, de Madrid, en pleno Retiro.
Ha habido más de 30 “stands” ofertando a los profesionales de Madrid (agentes de viajes y medios de prensa especializados) el turismo alemán. Allí había líneas aéreas, hoteles, destinos y regiones turísticas y hasta la propia oficina Nacional Alemana, con sede en la calla San Agustín, 2, de Madrid. www.germany.travel
Tras el “workshop” (¡qué palabra tan fea!, porque no decir mercado turístico alemán), actuaron durante la cena los Blue Brothes”, un dúo llegado directamente desde Berlín. Una magnífica actuación
Uno recuerda, viendo el folleto el precioso viaje que realicé hace años por las ciudades hanseáticas. De Bremen, Hamburgo y Lübeck: La primera es conocida como la ciudad de los cuatro animales músicos; Hamburgo es la segunda ciudad más grande de Alemania y el mayor puerto de mar; recuerdo que el Ayuntamiento estaba sobre el agua sostenido por pilones de madera y Lübeck es una ciudad Patrimonio de la Humanidad por las bellezas arquitectónicas que posee.
El viajero conoce Alemania. Es un lugar muy recomendable para pasar unas vacaciones sosegadas y tranquilas. Preciosas Munich y Berlín; Francfort del Meno y Dusseldorf, muy industriales y de gran ambiente económico. Me gustó Stuttgart, tras visitar en Hannover, la sede del primer operador turístico, TUI; en Stuttgart vi el primer planetario de mi vida, en alemán. Un estudiante peruano me tradujo la película.
Sin duda, el primer viaje no se olvida, fue a Munich, en 1983, donde volé desde Mallorca invitado por Lufthansa a pasearla Curiosamente llegue a tiempo cuando se celebraba el Festival de Eurovisión. Fue el año en que cantó aquella chiquita Remedios Amaya que lo hacía con los pies descalzos y la canción se titulaba “¿Quién maneja mi barca” No tuvo ningún punto pero al día siguiente fui el único, solo el único, periodista que la entrevistó.
Munich realmente deliciosa. Volví años más tarde a una feria de moda. Mereció la pena volver. Me gustaría regresar de nuevo a Alemania, quizá el próximo año. ¡Quien sabe!
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