El cronista ha estado "cronisteando" en el XXXVIII Congreso de la Real Asociación de Cronistas Oficiales que se está celebrando del 14 al 16 de octubre en Valencia, aunque el cronista tiene que dejarlo el día 15, ya que de improviso le han urgido a trasladarse a Venezuela para estar presente en la FITVEN 2011 (Feria Internacional de Turismo de Venezuela).
Mientras viajo a 300 kilómetros a la hora hacia Madrid y escribo esta crónica oigo y veo un reportaje en el monitor del AVE dedicado por dos locos viajeros españoles a Tailandia, que se atreven a bucear para ver algún tiburón gris. Bueno… interesante.
El programa del congreso comenzó el 14 por la tarde en el Ayuntamiento de la ciudad, a donde llego el vicealcalde de Valencia para estar presente en la apertura oficial. Previamente vimos el Museo Histórico Municipal, donde se guardan unos mapas antiguos de Valencia, algunos de ellos de varios cientos de años. Merece la pena una visita. Abrir este museo un viernes por la tarde fue un éxito, ya que los cronistas desean conocer la verdadera historia de los lugares a donde acuden.
Tras el acto oficial de la apertura del congreso, Francisco Momblanch presentó al conferenciante: Ricardo Bellveser, director de la institución Alfonso el Magnánimo quien recogió buenos aplausos cuando fue desgranando su tema “Valencia , esplendor mediterráneo” y especialmente cuando solicitó la ayuda de los cronistas de toda España para recuperar y restaurar el Palacio Real cuyos restos se encuentran enterrados de nuevo en los jardines y en las cercanías del Jardín Real y que cada día atraviesan miles de autos.
A pesar del cansancio la visita nocturna, guiada por José Ramón Sanchis, cronista de Aldaia (Valencia), fue todo un éxito: La Lonja, Patrimonio de la Humanidad; el mercado municipal, las iglesias que fueron construida por la ciudad en las antiguas mezquitas; la Torre del Miguelete, las intrincadas callejuelas de la Valencia antigua, el Almuedín, las Puerta de Serrano, donde tras cerrarse a la caída del sol, los ciudadanos se quedaban a la luna de Valencia… como ayer mismo. Fue una delicia. ¡Qué bien dormí en el Hotel Ayre Astoria Palace! Muy recomendable. www.ayrehoteles.com
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