Llego a media mañana al hotel Punta
dell’Est, en Clusane, al mismo borde del lago Iseo, en la provincia de Brescia.
Es como estar en un camarote de un barco. Allí me esperan Paolo Brescianini,
presidente de la OTC (Operador Turístico
de Clusane) y Ana Ferlinghetti, de la oficina de turismo y que habla un buen
español, organizadores de la 32 Fiesta de la Tenca al horno, que es lo que
verdaderamente me trae aquí. http://www.hotelpuntadellest.it/
La familia Gatti creó aquí, en 1968, un
hotelito a partir de una casa de pescadores, pues el papá era pescador. Hoy
vive retirado junto a su esposa Antonieta, sin que dejen de laborar en la tarea
común.
La comida se hace a base de peces del lago: Me
encanta el pez pérsico. Su sabor es excelente. No me digan que traduzca los
nombres al español porque si hay algo que cambia de nombre de un idioma a otro
e incluso en el español son los peces. Pero recuerdo el filete de salmerino… ¡ummm,
delicioso!
La vista desde la terraza del restaurante es
espléndida, tanto que sugiero ir a aquel pueblo que se ve a lo lejos. Es
Sarnico.
A la tarde tomo el barco hacia allá. Estamos ya en
la provincia hermana de Bérgamo, cuya capital he tenido la oportunidad de recorrer
dos veces, una en una feria de turismo y otra con los periodistas de turismo de
Extremadura, siendo recibidos por Alexandra Pitocchi. Pues bien Sarnico es un
pueblo elegante, con un bello paseo lacustre, lleno de turistas y al sur donde
desemboca el lago en el río Oglio se respira paz y sosiego. Una memorable
jornada vacacional parea recordar.
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