29 de mayo de 2009
Visitar Nida es recordar la estancia del escritor alemán Thomas Mann en la zona, cuando en los veranos de
Es casi una obligación visitar el Museo del Ámbar, una de las joyas naturales de esta zona, mostrando la belleza de este material reconvertido en joyas, anillos u otros objetos de uso lujoso, incluso se aconseja para añadirlo a las bebidas alcohólicas (aguardiente que toma su color) o bien convertido en polvo para dar masajes de gran energía y muy salutífero.
Pero sin duda alguna el gran encuentro con la naturaleza se realiza desde las alturas de la duna donde se halla un enorme reloj de sol, verdadero monumento a la belleza del lugar, considerado por
Un viaje en barco acercándose a esa zona de dunas es un encuentro con algo que enamora el alma y ensancha el espíritu por el contacto directo con el mar y con la tierra. El barco se acerca a las aguas limítrofes de Rusia, pues el lago de Curonia se comparte por el sur con Kaliningrado. Estas dunas son tan atractivas que algunos las llaman el desierto del Sahara del norte de Europa.
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