Domingo, 22 de noviembre de 2009.
Es curioso que un destino turístico sea tan interesante ofreciendo al viajero la naturaleza que posee y cómo este disfruta viviendo allí con ganas de hacer actividades que en su tierra de origen es difícil que pueda llevar a cabo. Me estoy refiriendo a una larga y dinámica excursión en buggy, un coche salido de la factoría Wolswagen y que encanta al turista que desea emociones fuertes, siempre que vaya acompañado por un conductor experimentado y profesional.
Los buggys se acercan hasta las dunas móviles de Genipabú, donde con giros a gran velocidad se dejan caer desde lo alto de la arena poniendo el alma en vilo y soltando la adrenalina que se cargó durante meses en la gran ciudad. Mi conductor, Tatá, de la empresa Mar Azul, que posee más de 300 de estos carros, ha realizado más de 2.500 veces este recorrido sabe cómo sacarle a la máquina su máximo rendimiento y poner el corazón en un puño a los que hemos osado acompañarle. Los gritos de relajamiento acompañan a la caída para dar como más verosimilitud al acto de valentía que se practica mientras se tira el coche desde lo alto de la duna. www.passeiodebuggy.com.br Más tranquilo es el paseo hasta la laguna de Genipabu, donde no se mezclan las aguas dulces del lago con las cercanas del mar.
Y desde aquí, saboreando la zona costera se recorren playas y más playas , cada cual más preciosa, hasta llegar a la tirolina, un precioso divertimento que vuelve a encoger el estómago y que consiste en dejarse deslizar desde o alto de una enorme duna hasta caer sobre las aguas de una laguna, situada varios metros debajo. Es uno de los divertimentos de mayores éxitos de la zona.
Comer un almuerzo típico en Naf Naf, gerenciado por Jessé y Tanize, es un lujo, después de pegarse un baño en la playa de Jacumá, a 45 kilómetros al norte de Natal. Pida en el rodicio la mejor carne a la brasa. Un gustazo para el cuerpo. www.restaurantenafnaf.com.br
Cambia el paisaje, con palmeras y palmeras cocoteras bajo nuestros pies, cuando uno se acerca hasta el Cabo de San Roque, el extremo más oriental de América del Sur y el más cercano a las costas africanas de Senegal. En esta zona David Beckam ha comprado un terreno para reconvertirlo en un resort de lujo y un español Javier Arraiza, invertirá en dos años más de 20 millones de euros para poner en valor Río de Fogo, un resort donde la naturaleza penetrará en la nueva urbanización de 25.000 metros cuadrados en una superficie que alcanza los 92.000, dejando el espacio con sus cocoteros actuales al borde mismo de un río, que lo separa de la cercana población de Río de Fogo y que limita en el mar con unos 500 metros de playa virgen . www.brasilife.com.br
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