El viajero ha pasado un precioso fin de semana por tierras extremeñas y portuguesas: Los Espartales. Ha viajado por Olivenza, el embalse de Alqueva y visitado una ganadería de reses bravas. En los tres lugares de un mismo destino turístico compartido se lo ha pasado muy bien y recomienda a cualquiera que lea este blog.
Lo primero es sugerir el alojamiento en el hotel Palacio Arteaga de Olivenza, www.palacioarteaga.com, un precioso caserón del siglo XIX, magníficamente restaurado y puesto en valor turístico, por una familia oliventina, que ha sabido acondicionar con sumo gusto esta casa cercana a la calle principal de la villa.
La noche de mi llegada ya se había producido la visita guiada por Olivenza, un pueblo que merece la pena conocer en profundidad por la gran influencia portuguesa. Es muy interesante, pero me compensé con la extraordinaria cena que nos ofrecieron en el bello salón Donesteve del hotel. No había más tiempo para más y había que ir a dormir, antes de comenzar la ruta por Monsaraz y el lago de Alqueva. El desayuno fue en el patio central. Un lujo. Vengo impresionado por las atenciones recibidas. Unos sencillos huevos fritos con jamón ibérico de dehesa de Extremadura deja sin palabras. Había que almorzar, que así llamamos al desayuno en mi tierra, antes de partir a la dura jornada turística…
Sin embargo, no quise perderme una visita personal a la torre más alta de la comarca: la torre del homenaje del Alcázar, que en 1334 mandara construir el rey Alfonso IV. La torre más alta de la zona en ambos lados de la frontera; tiene 37 metros y 17 rampas de acceso hacia la terraza. Merece la pena subir porque la vista desde allí es magnífica.
1 comentario:
Precioso viaje y preciosos lugares.
La combinación Portugal España, transfronteriza es siempre un placer para los sentidos.
Felicito a los participantes y al organizador, por supuesto.
Abrazo.s
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