Ha sido una tarde lluviosa, pero alegre, todo gracias a la
buena labor de mi amigo el boinero Manolo Royo, con el que coincidí el otro día
en el Club de la Boina y le prometí que el fin de semana iba a ir a verle.
La pequeña sala del Teatro Arenal estaba casi llena, pues la
gente quiere olvidarse un momento de la puñetera crisis y pasar hora y media
con buena alegría. Manolo, ese gran profesional del humor, escogió el guion de
que la vida ahora no era como la de antes y claro, el público captó muy bien la ironía y se reía a mandíbula
batiente.
Ya dije el otro día en otro blog que iba a ir a verle y comentarlo
después-: Me he pasado un buen rato, merece la pena. Yo lo recomiendo. Para
saber algo más de Manolo entra en su página web: www.manolo-royo.com .
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