Ni en mi casa de Brozas, ni en la Hinojal
tengo internet como para subir esta pequeña crónica de la Fiesta de la Tenca, pero
tampoco pretendo escribir una información de actualidad, sino el comentario
tranquilo y reposado dos días más tarde
de lo que fue este importante evento para el pueblecito hinojaliego.
Lo primero que me viene a la cabeza
es el orgullo de haber sido uno de los cuatro fundadores de esta fiesta una noche
de verano, sentados en una mesa, con cuatro cervezas, en el Festival de Teatro
de Alcántara. Era a primeros de agosto de 1987. Comentábamos el entonces alcalde
del pueblo, el diputado de Cultura y el gerente provincial de Turismo y un
servidor, lo bueno que era para Alcántara el festival, con miles de personas
que se desplazaban cada jornada hasta el conventual de San Benito. ¿No sería posible
hacer una fiesta a finales de agosto para que nuestros turistas – los turistas
paisanos que residen en otros lugares de la geografía española- se quedaran
hasta el último sábado del mes y así conseguir cierto movimiento en la comarca?
Pues hay que reconocer que de aquella conversación surgió la Fiesta de la Tenca,
todo un éxito sociológico de Extremadura.
Y ahora está en mi pueblo natal, (Todos
creen que soy de Brozas, de donde soy, exactamente, pero me nacieron en Hinojal.
Pocos pueden presumir de dos pueblos al mismo tiempo; yo, sí), un pueblo que ha
sabido organizar muy bien este evento. Un municipio pequeño que no llega a 500
habitantes ha sido el anfitrión de 5.000 personas. Y los políticos bien que lo
saben. Tuve el gusto de saludar por la mañana a Guillermo Fernández Vara, líder
socialista, en la oposición, y por la tarde al presidente de la región, José
Antonio Monago. Hay que dejarse ver, que las elecciones municipales y autonómicas
están cerca y hay que pescar tencas… y votos.
Pero no cuestión de hablar de política, sino de la realidad
que ha sido esa jornada. La verdad es que el pueblo de Hinojal ha sabido estar
a la altura. El alcalde, Teófilo Durán, mi quinto, pues nacimos el mismo año, estaba
orgulloso de todos los hinojaliegos.
El resto de la crónica ya sabe: la Tenca
de Oro para un gran ganadero: Victorino Martín y para una gran institución: Los
donantes de sangre. Premiados contentos en los concursos de gastronomía y de
pesca y sobre todo el éxito que la gran cantidad de tiendas de los más variados
artículos artesanales o aún más el globo cautivo cerca de la ermita templaria
de San Berto (San Bartolomé), del siglo XIII. Felicidades a Evaristo, que talló la
imagen de San Berto. ¡Preciosa!.
Ya para terminar, una referencia
personal. Mientras que el año pasado tuve el gusto de invitar a la mejor
cocinera de tenca al horno, Gabriela Bosio, del restaurante Al Porto, del lago
italiano de Iseo, en la provincia de Brescia http://www.alportoclusane.it/, en esta
ocasión ha sido María Teresa Grande, que durante más de 30 años ha sido la
directora gerente de los balnearios de España, con lo que supone de
conocimiento del hecho turístico, acompañada de su esposo, Federico Rodríguez,
ingeniero agrónomo y un gran conocedor del mundo de la tenca. Gracias a él y a otras
personas, el año pasado pude escribir el “Libro de los 25 años de la Fiesta de
la Tenca”. Para resumir, una jornada divertida, amena y muy bien preparada. Felicidades
a todos los que han intervenido en ella.
Para ampliar la información,
en el enlace hay un vídeo publicado por el diario Hoy: http://www.hoy.es/videos/caceres/201408/30/xxvi-fiesta-tenca-hinojal-3758187125001-mm.html
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