Extremadura está situada en la periferia de España,
limítrofe con Alentejo, una de las regiones más pobres del vecino Portugal, lo
que convierte a ambas en regiones de nivel Objetivo 1 en el ámbito de
desarrollo de la Unión Europea. La historia ha demostrado que las continuas
disputas entre los dos reinos hayan llevado
a que estas zonas estén empobrecidas desde hace siglos. La entrada de ambos
países en las Comunidades Europeas y el continuo trasiego de viajeros y mercancías
hace que la Raya luso-extremeña tenga cierto movimiento económico que se
incrementa aún por la continua oferta turística a ambos lados de la frontera.
El profesor Manuel Figuerola Palomo decía en su obra
“Manuel de Economía Turística” (Madrid 1992) que para concretar la actividad de
este sector en el ámbito regional lo primero que hay que delimitar es el ámbito
objetivo de esa actividad turística.
El estudioso extremeño del turismo, Venancio Bote
explicaba en su libro “Planificación
económica del turismo” (México 1990), que el turismo es una actividad
económica y social que enriquece a la zona donde se desarrolla, pues lo que se
produce no sólo beneficia a los turistas sino también a los residentes, bien
sea en infraestructuras viarias, de transportes, hotelería, restauración,
producción de alimentos, equipamiento de ocio o empresas intermediadoras de
estos servicios.
Hay que perfilar una relación de toda clase de recursos
turísticos, que en esta zona de Extremadura (La Raya) se concreta principalmente
en tres grandes áreas: turismo de naturaleza, turismo cultural y turismo
gastronómico, aunque haya otros más específicos como puede ser el turismo de
salud en la ciudad de Badajoz.
También hay que crear una marca propia del turismo en la
región; bien es verdad que Extremadura va avanzando en tener una marca propia
para su turismo a través de acciones concretas de promoción o de actividades de
gran repercusión nacional o internacional, como pueden ser las Ciudades
Patrimonio de la Humanidad (Cáceres, Mérida y Guadalupe), a las que hay que
añadir el Monasterio de Yuste declarado Patrimonio Europeo. A ello hemos de
considerar el turismo de naturaleza, concretado en la Feria Internacional de
Ornitología, una de las más importantes de Europa, en un lugar tan destacado
como el Parque Nacional de Monfragüe y en turismo cultural destacan durante los
veranos la importancia de los festivales de teatro de Mérida y en menor medida
el de Alcántara.
En el caso concreto del turismo en la Raya, hay que crear
en una marca concreta, que ya ha comenzado con esa agrupación de doce
poblaciones luso - extremeñas “Tierras
Rayanas”, incluidas dentro del Programa
de Cooperación Transfronteriza España – Portugal (2007 – 2013). Por eso
hay que buscar una especialización turística, que dependiendo de la zona de la
Raya se maneja de diversas formas. Por concretar en dos grandes apartados
transfronterizos: Turismo de naturaleza en el Parque Tajo Internacional y en el
Lago de Alqueva, así como un turismo urbano en la mayor concentración de Extremadura, conformando la euro ciudad
Badajoz – Elvas, con un desarrollo turístico especializado en turismo de salud.
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