El alma se desagarra con la muerte
de una persona a la que quieres. El sábado, 19 de marzo, estando participando en
las V Jornadas Culturales del Puente Romano de Alcántara, recibo un aviso en mi
teléfono móvil que me dicen “qué pasa que
no escribes nada”. La verdad es que no sabía qué pasaba. Contesto a la
persona que me ha escrito, que era mi amigo José María Díaz, de Hinojal y su
respuesta fue lacónica: “Ha muerto, Jesús”.
El alma se entristeció al momento.
¿Quién es Jesús? Jesús era un buen
hombre, amante de los suyos, del aire libre, de la naturaleza, de las montañas
y de los altos picos, que quería como nadie esta España histórica, hacía
turismo de interior y se animó a ser un presidente muy vitalista del Glorioso Mester
de la Picardía Viajera, una asociación que pretender poner en valor la enorme
variedad del turismo no costero ni playero de la vieja piel de toro.
Unas palabras escritas en mi móvil a
Paula, su esposa, dándole, con verdadero sentimiento, mi pesar. Había hablado
con ella el día anterior. “Jesús está muy
malito”, me dijo y yo me fui a Alcántara para tratar temas culturales del Puente
y del menhir de El Cabezo (en otra parte se trata este tema).
Jesús quería mucho a mi tierra
extremeña. Habíamos firmado un acuerdo entre las dos asociaciones en un almuerzo
de Navidad en el restaurante sede, el Villagodio, muy cerca del Palacio de los
Diputados y donde el 21 de abril celebraremos un homenaje a Abraham Haim, buen
amigo israelita, hombre de la cultura hispano - judía y que preparábamos con
gran ilusión. Allí, en este restaurante,
refrendamos oficialmente la labor
conjunta del Glorioso Mester de la Picardía Viajera y el de la Asociación de Periodistas
y Escritores de Turismo de Extremadura (APETEX). Conjuntamente organizamos
diversas actividades: Viajes por Olivenza y Mérida, por Zafra; en otras ocasiones
por la provincia de Cáceres, como Alcántara, Brozas, Garrovillas de Alconétar e
Hinojal; el Parque Nacional de Monfragüe y Plasencia, o la Sierra de Gata. La última
fue el pasado mes de febrero por los Valles del Jerte y del Ambroz. Jesús
estaba ya en el hospital y no se podía desplazar
Sentía un amor especial por mi
tierra extremeña y también por la suya, no en balde fue cronista oficial del
pueblo de Fuentelcésped (Burgos). Tomó posesión y el año pasado participó con
una ponencia sobre este pueblo en el Congreso Nacional de la Real Asociación Española
de Cronistas Oficiales (RAECO), celebrado en la ciudad de Jaén y que ha dado también
cuenta de su fallecimiento. Estaba muy ilusionado.
Y ahora, el Día del Padre, nos dejó
a todos huérfanos. Un hombre vitalista, cálido, amable, culto, exquisito en el
trato. Ayer, domingo, 20 de marzo, un numerosísimo grupo de amigos le arropamos
en su último tramo por la Villa de Madrid, junto a su esposa Paula, a su hijo Víctor
y a su madre en el Cementerio de La Almudena.
Jesús seguirá con todos nosotros. Su
amable figura estará siempre presente en nuestro corazón
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