El viajero se ha desplazado poco en esta ocasión. No
ha ido más lejos que unos cuantos kilómetros para acudir un par de ocasiones a
la nueva edición del Salón de Gourmets, donde ha podido ver algunas de las
novedades que se han dado cita en la feria.
Muy interesante la revista - resumen
de los 40 años desde que se inauguró el salón, cómo ha evolucionado la
gastronomía española, que pasó de ser alumna de las mejores cocinas del mundo a
ser maestra consagrada y referente para todo aquel que quiera progresar en este
sector de la cultura, la economía y el saber. Me fijo, por extremeño, en la
pobreza de la gastronomía extremeña de los años 70, hasta que tres nombres
encumbran la labor de los buenos productos de la tierra, consiguiendo con ellos
y con su trabajo varios reconocimientos Gourmetour y estrellas Michelin:
Fernando Bárcenas, criado en Arzak, con su restaurante Aldebarán, en Badajoz y
Toño Pérez (autodidacta) y José Polo, en el Atrio de Cáceres, referencia en la
cocina nacional, con una magnifica y
singular carta de vinos.
Mi primera sorpresa fue el lujo que se ofrece para
el mejor ibérico de bellota, que con su marca “Extrem” se produce muy cerca de
mi pueblo de Las Brozas, concretamente en Herreruela, a la vera de la carretera
de Cáceres a Portugal, por Valencia de Alcántara. El fundador de la marca,
Alfredo Gómez Torres, dice que “el mérito
es de los bosques de encinas y alcornoques donde viven nuestros cerdos
ibéricos”. Se trata de productos del cerdo ibérico: jamones, paletas,
lomos, salchichones, chorizos culares, de edición limitada y presentados
cuidadosamente con envolturas de diseño. Probé jamón, lomo y lomito, invitado
por Olga Eleno, de manos de Gabriel Heredia, reciente campeón cortador de jamón,
ambidiestro, pero con unas preciosas manos que corta el pernil ibérico como
nadie. Felicidades. www.extremiberico.com
Y la verdad es que pasear por el Salón de Gourmets
es ver, apreciar, tocar y saborear productos sorprendentes por la inventiva de
sus creadores, algunos rayanos con lo más curioso como el paté de caracol, que
ofrecía el stand “Sabores de Málaga”, denominadio El Petit Gris, que se fabrica
en el pueblo malagueño de las Cuevas del Becerro, por un francés www.elpetitgris.com , sin olvidarse de la carne de chivo autóctono de
Málaga.
En otro lugar, en Córdoba se produce desde hace tres
siglos el aceite de la marca “Conde de Mirasol”, que ofrece al viajero su
cóctel a base de anís de Rute, con
toques de zumo de aceituna hojiblanca, una delicia para el paladar. www.condedemirasol.com Y hablando
de aceites no quiero dejar de mencionar el oliva virgen extra Vibel, de la
variedad manzanilla cacereña, producida en Mohedas de Granadilla (Cáceres). Y
con premios nacionales www.aceitevibel.com . Algo curioso fue la cerveza con sabor a jamón
ibérico que ofrecía la empresa de cervezas artesanas Cerex. www.cervezascerex.com. Por cierto, fue un extremeño, Francisco Calamonte
, del restaurante “La Centinela”, de Montijo, quien se clasificó como el mejor
tirador de cerveza de España. Llega a tirar 500 cervezas al día.
Sin duda, el mayor éxito en el stand de las 43
empresas extremeñas fue el del wagyu ibérico, vacuno que pasta en la zona norte
de Cáceres, que cocinaba en directo tan apreciada carne y después servía en
bocadillitos a todo aquel que lo quería probar. http://wagyuiberico.blogspot.com.es/
Y para terminar, aunque el Salón es interminable,
quiero hablar aquí de Cueva, un vino espumoso peculiar que es capaz de vender
hasta a los holandeses, el Carolus gran reserva o Carolus imperial, cuyas uvas
se producen a la vera del río Cigüela, por la empresa Cuevas Santoyo. http://cuevassantoyo.vinos.tienda/es
Al terminar mi visita me encuentro con un buen amigo
de Israel, Abraham Haim, presidente del Consejo de la Comunidad Sefardí en
Jerusalén, y guía oficial de los Reyes de España en aquella histórica ciudad,
al que conocí en un curso de verano de la Unvers8idad de Extremadura que
trataba de los judíos en la raya luso-extremeña. Me lo encuentro porque se
cumplen los 30 años de las relaciones diplomáticas entre los dos países y ha
sido invitado por el embajador judío. La antigua Sefarad (España) e Israel
coinciden en este salón gastronómico con productos mediterráneos de Tierra
Santa, como aceites, verduras, legumbres, carnes, pescados, quesos y los vinos
del Golán o de Galilea.
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