Cuando uno habla en cualquier parte de
España del Valle del Jerte lo primero que se le viene a uno a la cabeza es que
es un valle del norte de Extremadura que en primavera está lleno de cerezos en
flor y que en verano ofrecen unas ricas cerezas, variedad picota.
Al oír esta palabra “picota”, la cereza
sin rabo, se me viene de la memoria un gustazo que me di hace muchos años –cuando
yo vivía en Mallorca- al entrar en el mercado de La Boquería de Barcelona, donde
se venden los mejores productos naturales de España y del extranjero. Allí
había unas excelentes picotas al increíble precio de 2.000 pesetas el kilo. Le
pedí a la tendera que me pusiera en una
bolsa 100 gramos por 200 pesetas, y… tan contento que iba yo por las Ramblas
comiendo las riquísimas cerezas de mi tierra.
Le tengo a esta comarca un cariño especial,
no en balde el entonces presidente del Gobierno de las región, Guillermo
Fernández Vara, me pidió una ayuda muy especial en su día, como presidente de la
Asociación de Periodistas y Escritores de Turismo de Extremadura (APETEX), que tuve
el honor de fundar hace ya varias
décadas en la sede del Patronato de Turismo de Cáceres: Conseguir un grupo de
periodistas especializados en información turística para promover el Jerte y
que la Fiesta del Cerezo en Flor que por entonces era Fiesta de Interés Turístico
Regional en Fiesta Nacional. Fui acompañado de varios profesionales españoles y
extranjeros y el objetivo se logró. Una de mis mayores satisfacciones como
hombre de la comunicación ha sido ayudar a mi tierra.
Recientemente se ha presentado en el
casino de Madrid, el de la Puerta del Sol, la Otoñada del Valle del Jerte, una
serie de actividades turísticas y gastronómicas que dan valor a esta bella
comarca cacereña. La agenda de eventos informa de fiestas populares, jornadas
gastronómicas y culturales, festivales de arte rural, mercados tradicionales,
rutas de senderismo y de bicicletas de montaña, exposiciones y obras de teatro.
Un montón de actividades que hacen de la comarca un lugar muy atractivo.
Intervine en el Casino de Madrid con
una sugerencia que asombró al público diciéndole que no visitaran el Valle del Jerte
por Extremadura. Lo suyo es hacerlo por la mañana desde Ávila, entrando por el
Puerto de Tornavacas. Así se puede ver cómo es un valle típico, llegando la
vista hasta el embalse de Plasencia, toda una maravilla que estos días otoñales
encandilan con el color de la vegetación. Dos sugerencias: Los días 25 y 26 de
noviembre se celebra la IV Feria de la Tapa y del 27 de octubre al 10 de diciembre
las XII Jornadas Gastronómicas Pastoriles, fomentando por doce restaurantes de
la comarca los productos ligados a la tradición trashumante.
Más
información en: www.vallecereza.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario