La Orden de la Amistad

Conocer la amistad hace que la vida tenga sentido

ANÓNIMO

     Se  ha celebrado el capítulo 88 de primavera de la Muy Noble Orden de la Amistad en los salones de la residencia militar "El Alcázar", en la calle Diego de León, de Madrid, con asistencia de unas 100 personas de la más diversas procedencias, entre ellas algunos militares y periodistas de dilatada carrera.

     El presidente de la entidad dio la bienvenida a todos y agradeció la presencia del almirante Salvador Paz, cuyo hijo está al frente el buque insignia de la Armada Española, el Juan Sebastián Elcano, que es representante de la nación por todos los mares que recorre.

    Al llegar saludé a mi maestro y amigo, Demetrio Serrano, que fue mi padrino en la toma de posesión de capista, la Asociación Madrileña de Amigos de la Capa, entidad que se fundó en 1928 y que ha tenido numerosos seguidores. Demetrio, un madrileñista de pro, es un hombre culto y formal, un empresario, ya retirado, muy querido además entre los Amigos de la Boina. Pues bien, hoy era un "pardillo" al que se le imponía la medalla de la Orden de la Amistad, como se aprecia en la foto. Hubo también otros caballeros y alguna dama como la japonesa Etsiko Asami, esposa de mi buen amigo Alfredo Gómez Gil, catedrático de la Literatura. Etsiko es especialista en la aplicación del Derecho japonés en España y coautora del libro "Marcelino Camacho y Josefina, coherencia y honradez de un líder".

    Saludé a mi buen amigo Manuel Hernández de León, fotógrafo de la agencia EFE, al que conocí en Mallorca, cuando los dos hacíamos información real , durante las vacaciones de la familia en el Palacio de Marivent. Además fue uno de los protagonistas durante el golpe de Estado del 23 F, cuando sacó oculto un carrete de fotos del Palacio de Congreso. En su mesa estaba Pepe Domingo Castaño, periodista deportivo, y nuevo miembro de la Orden de la Amistad, a quienes acompañaba Chema Suárez, hermano del que fiera presidente del Gobierno y otro asiduo de mis tiempos mallorquines.

     Fue una jornada emotiva y agradable entre tantos amigos, pues como decía el escritor italiano Alejandro Manzoni: "Una e la alegría de la amistad es saber en quien confiar".