16 de febrero de 2006.
Días pasados tenía mucho interés en acudir a un seminario organizado por Hispania Nostra www.hispanianostra.es, en colaboración con la Fundación del Banco de Santander, en el salón de actos de la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. El tema a tratar era la protección del paisaje, tanto urbano como natural. No pude acudir por tener esa tarde una clase en el máster de periodismo turístico de la Universidad Complutense y bien mal me supo no poder acudir.
Mi primera reflexión es que en nuestro país no sabemos, no queremos o no podemos cuidar los paisajes. No está en nuestra mentalidad la estética y la belleza natural o bien la hecha por el propio hombre en pueblos y ciudades.
¡Se ve cada adefesio en cualquier población grande o pequeña al no cuidar la estética urbana! Y qué decir de esos atentados paisajísticos hechos muchas veces desde las propias administraciones municipales, autonómica so central, cuando no la misma empresa privada que sólo por ganar dinero envilece lo que es de todos.
Tengo un amigo, Esteban Bardolet, hombre del turismo de la isla de Mallorca, que viene luchando con sus artículos en la prensa balear y en la nacional por la regeneración de los paisajes de la Isla de la Calma. Hace un par de años, tras dar unas clases en la Universidad Balear me llevó a la barriada de Génova, muy cerca del popular restaurante Ca’n Pedro, propiedad de un extremeño, donde todo entusiasmado me enseñó lo que había sido la cantera más famosa del territorio. Hoy había sido anulada y con una acción regenerativa se estaba intentado recuperar la naturaleza del paisaje. Una labor que es única. Mi más cordial enhorabuena.
Días pasados tenía mucho interés en acudir a un seminario organizado por Hispania Nostra www.hispanianostra.es, en colaboración con la Fundación del Banco de Santander, en el salón de actos de la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. El tema a tratar era la protección del paisaje, tanto urbano como natural. No pude acudir por tener esa tarde una clase en el máster de periodismo turístico de la Universidad Complutense y bien mal me supo no poder acudir.
Mi primera reflexión es que en nuestro país no sabemos, no queremos o no podemos cuidar los paisajes. No está en nuestra mentalidad la estética y la belleza natural o bien la hecha por el propio hombre en pueblos y ciudades.
¡Se ve cada adefesio en cualquier población grande o pequeña al no cuidar la estética urbana! Y qué decir de esos atentados paisajísticos hechos muchas veces desde las propias administraciones municipales, autonómica so central, cuando no la misma empresa privada que sólo por ganar dinero envilece lo que es de todos.
Tengo un amigo, Esteban Bardolet, hombre del turismo de la isla de Mallorca, que viene luchando con sus artículos en la prensa balear y en la nacional por la regeneración de los paisajes de la Isla de la Calma. Hace un par de años, tras dar unas clases en la Universidad Balear me llevó a la barriada de Génova, muy cerca del popular restaurante Ca’n Pedro, propiedad de un extremeño, donde todo entusiasmado me enseñó lo que había sido la cantera más famosa del territorio. Hoy había sido anulada y con una acción regenerativa se estaba intentado recuperar la naturaleza del paisaje. Una labor que es única. Mi más cordial enhorabuena.
En la foto, un paisaje de mi tierra extremeña: El Parque Nacional de Monfragüe.
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