Ayer, el Día del Libro, hice todo lo contrario, fui a un
concierto, un magnífico concierto solidario para Anidan, una organización que
ayuda a los niños de África, concretamente en la isla de Lemu (Kenia), donde Rafael
Selas Colorado deja su vida con ganas por ayudar a los más débiles. Es tan
magna la labor que le asiste toda su familia y cientos de enamorados de su
trabajo con los más necesitados.
Como no quiero seguir contando más cosas de Anidan, lo
mejor es que vean si web www.anidan.org y colaboren
económicamente con su causa. Pocos muchos hacen una gran labor.
En la tarde del Día del libro, el Teatro Monumental de
Madrid se vio abarrotado por numerosos amigos de Rafael Selas para participar
en una fiesta musical. La Euskadiko Ikasleen Orkestra, integrada por jóvenes
músicos de 15 a 18 años, de los tres conservatorios provinciales vascos, ha fundado
esta formación sinfónica, muy bien dirigida por Iker Sánchez Silva.
El concierto se abrió con la obra Jazz Suite, número 2 de
Dimitri Shostakovich, excelentemente interpretada, con especial gusto para mí
de Dance I. extraordinaria la actuación de la violinista Olatz Ruiz de
Gordejuela, quien tuvo que salir a saludar dos veces e interpretar un bis.
Este
año acompaña a la orquesta el Orfeoi
Gazte, también de jóvenes de 14 a 18 años, cantó el Te Deum de Antonio Dvorak,
acompañado de la soprano canaria Abenauara Graggigna, que bordó el papel, y del
barítono Gexan Etxabe.
Sin
embargo el público esperaba a 11 de los 50 niños y jóvenes keniatas que bajo la
dirección de Unai Cañada aprenden a
tocar los tambores en su país y ahora
hacen una gira por España e Italia. Su actuación fue el culmen de la noche. El
estreno absoluto de la obra de Donato Goyeneche, “África”, que junto a la orquesta
y el coro , pusieron al público en pie.
La
fiesta se desbordó cuando todos los tambores dirigidos por Unai, a pie del patio
de butaca, hicieron su fiesta interpretando Malaika, orquestada por Jimmy
Bidaurreta, que junto a Donato estaban sentados justo detrás de mí. Y la fiesta
concluyó en la calle atocha, saliendo los músicos con sus tambores acompañados
de cientos de personas del público.
Tuve
oportunidad de charlar al final con Rafael Selas, que agradeció vivamente la asistencia y no pierde baza para seguir
solicitando ayuda de amigos, a bienhechores y asociaciones particulares. Es la
sociedad civil la que ayuda. Lo dicho: pocos muchos hace algo grande.
La
noche concluyó en el Mesón del Jamón, donde uno probó un buen pernil.
Un poquito más de información:
http://www.anidan.org/es/content/conciertos-anidan-bloko-del-valle-juniors-band
No hay comentarios:
Publicar un comentario